Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

viernes, 22 de agosto de 2014

25 SOÑÉ QUE CORNÓN TENÍA RÍO





SOÑÉ QUE CORNÓN TENÍA RÍO

VERDADERAMENTE, CORNÓN NECESITA UN RÍO

Valladolid 25 de Septiembre de 2001
Queridos hijos: El telediario de anoche, como os supongo enterados, no anunció otra cosa que huracanes desbastadores, gotas frías con sus diluvios ahogando a Europa, China, Honduras...Tales catástrofes a tales horas bien parece que encierran el propósito de asustar y desvelar a la gente, porque ya se sabe que con el corazón desasosegado y el alma intranquila se concilia mal el sueño, acarreando pesadillas opresoras. Pero yo que he leído a Freud y poco, pero algo sé de sueños, he procurado que la imaginación no se alterase y me he retirado a planchar oreja con la mente limpia, el estómago contento, el humor alegre y en posesión de lo esencial, una buena conciencia, con la lógica consecuencia de lograr, no sólo un sueño dulce y apacible, sino que además, divertido como una buena película: he soñado que Cornón tenía río. Un río majestuoso, torrente de agua abundante y cristalina. Un río que merecía la pena, porque al cruzar sus tierras y lamer sus muros lo llenaba todo de gracia, alegría y riqueza. Una serpiente de plata bucólica, un río tranquilo, no como otros que cuando se les hinchan las narices se salen de madre  organizan la gran tremolina.
Lástima grande que se tratase únicamente de un sueño, porque verdaderamente Cornón necesita un río auténtico. ¿Qué pensarían o de qué huirían los fundadores del poblachín para establecerse en un lugar tan aislado como seco? Cornón es de los pocos puebles que no tiene su asiento a la vera de un río. Mi terruño natal sería muy otra cosa con una vía fluvial que le engrandeciese, un río de ricas y vivas aguas que constituyesen el corazón del lugar. Dichosos los pueblos que cuentan con  un río con praderas como felpa verde, con molinos, meandros, alamedas, cañaverales, truchas y cangrejos, su playa...Cornón con un río así reviviría y a  sus hijos, ufanos, nos renacería el anhelo de regresar al terruño, tan abandonado el pobre que ya casi ni existe.  Pero, hijos, lo sueños, sueños son.

Paternales besos y abrazos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se tan educado en tus comentarios como quieres que lo sean contigo