Historias de toda una vida

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jueves, 24 de abril de 2014

CATORCE FLORIDOS AÑOS… LA LECTURA NO ES UN ROLLO



CATORCE FLORIDOS AÑOS… 
LA LECTURA NO ES UN ROLLO                                                               

Melilla 24 de Abril del 2001

Querido Javi: Hoy, un día tan abrileño, cumples tu floridos catorce años,  y como en los tiempos que corren se concede tanta importancia a la juventud y tú la gozas en plenitud, tu abuelo te desea seas un mocito feliz, de risa fácil y corazón generoso, de buenos pensamientos y sentimientos, y como taliento en el celebro no te falta, que lo uses, porque sino se evapora.
Y aún hay más, mira, verás; a más  de tres mil pesetas, te voy a hacer un muy especial regalo, la fórmula maravillosa para tener siempre muchos y buenos amigos: aprende a disfrutar de la magia de  la lectura y todos los libros y todos los escritores serán amiguísimos. Entérate que la lectura no es un rollo, que mola mogollón, chaval. Como me entere que el consejo no ha valido absolutamente para nada y no leas, le voy a decir a Jorge, ya sabes lo brutote que es, que te saque  los pies por los ojos, y a mí lo que Jorge hace me parece  bien. Aunque, que vaya por delante que a ese chulo de Jorgito que se cree el inventor del orinal le voy a demostrar que el invento soy yo. Díselo.
O sea, que ya casi eres un hombre. He dicho casi, no te vayas a subir al guindo y creas más de  lo que es. Para ser todo un hombre necesitas, entre otras cosas, descoserte un poco de tu madre y hermanas, sin ellas te ahogas en un dedal de agua,  ante cualquier sombrita te sientes embargado  por el temor. Muchachote, ¡quién  dijo miedo?  Espabila, vamos, ¡ya!
Supongo compañero forofo del Real Madrid, que futbolísticamente hablando serás  feliz por lo alegrones que nos proporcionan, nuestro equipo ganando absolutamente todo, el Barcelona no dando una en el clavo, qué desastre.
¡Ala Madrid, ala Madrid, campeones, campeones  olé, olé, oleeeeeé!...
Te voy a perdonar que seas más  joven que yo,  algo que no tiene remedio. Pero va a ser muy difícil que no admitas lo que es la evidencia de las evidencias: tú, según tú mismo,  manejas el ordenador mejor que yo, pero el dicho no es el hecho, reconoce, Javi, noblemente,  que aunque soy un abuelo muy nietero y con vosotros se me cae la baba de admiración , tú frente a mí ante el ordenador, el más paranada de los paranadas que hacer, es, imagínalo, tal como si bajases a la calle y empezases a pegarte cabezazos contra el canto de la pared, pumba, pumba...hasta que te abrieras una brecha en la frente por donde los sesos ...¿Te rindes? Imagino la respuesta: ¡qué remedio!
Javi, mi más prudente y callado nieto, por favor, se un poco más audaz, atrévete, entre tanto recibe uno y mil abrazos del “mejor abuelo del mundo”.

                                                    Tu yayo,     Félix