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miércoles, 26 de noviembre de 2014

PRACTICAR LA MEDITACIÓN



PRACTICAR LA MEDITACIÓN
Valladolid 30 de Noviembre de 2008
Querida hija cumpleañera: Si cada mañana la voz amiga te saluda deseándote paz y alegría, hoy, día especial, no puede ser menos y te deseo que seas feliz con una felicidad ligera y sencilla, añadiendo que eres muy guapa, porque la verdadera belleza está en el corazón y yo aplaudo tu corazón maravilloso que destila cariño y generosidad bastante y sobrado para aguantar con resignación a tanta gente de armas tomar, incluyéndome, un padre algo pasado de revoluciones que a veces, no pocas veces, resulta belicoso, un guerrero impertinente que quiere que le aclares lo siguiente: ¿eres bruja o es mucho el embrujo que tienes para cautivarme con cariño y los agasajos domingueros?
Lo diré alto y claro, nadie te gana en generosidad, bondad y en ganas de vivir ejemplarmente para hacer cómoda y feliz la vida de quienes te rodean, motivo suficiente para desearte que la vida se porte contigo como tú te portas conmigo, ni que te falten muchos y grandes motivos para reír a mansalva, jubilosamente, con risa sana, inteligente, franca, contagiosa y llena de alegría, o sea, una generosa dosis de buen humor para que veas y clasifiques a las personas y a las cosas de buenas, guapas y estupendas con lo que lograrás una vida mejor y más feliz.
Pues eso, hija, que después de esta manifestación de mis más fervientes deseos de felicidad y sentimientos de agradecimiento viene lo que a mi juicio es lo mejor, un verdadero regalo: imbuiros, inyectaros en sangre el deseo de practicar la meditación, que está de moda entre las personas que desean llevar una vida con mayor armonía, paz y energía mental, esto es, reavivar la alegría de vivir. También está al día entre quienes siguen a su médico, que si es listo y está a la última, aconseja ponerla en práctica por que induce a un estado de relajación que redunda en la salud física y mental con beneficios como disminuir la presión sanguínea, reducir el ritmo cardiaco, lo que significa prevenir los ataque al corazón.
No hablo de oídas, lo vengo practicando desde años atrás no menos de media hora diaria. El PM-3 con música de mi plena satisfacción, que por cierto me descubrió Rocío, me relaja, desconecta y me carga positivamente las pilas vitales.
La meditación es un método para aflojar los músculos y eliminar tensiones, pero sobre todo es un ejercicio para conseguir calma, claridad y paz mental. Parece sencillo, ¡y lo es!, es decir, no lo es tanto, requiere capacidad de concentración profunda y, por supuesto, entrenamiento con resultados que no son inmediatos, pero con algo de práctica se logra. No se trata de dejar la mente en blanco, al contrario, exige estar atento a un ejercicio concreto, por ejemplo, pensar en cosas bonitas y alegres en profundidad, estando muy atento porque, son frecuentes las sensaciones desagradables, pues al menor descuido se nos cuela nuestro travieso diablo interior distrayéndonos con ideas descontroladotas que hemos de tratar echar fuera en forma de nube negra. Vamos a ver, yendo al grano, la meditación se ha de practicar recostado cómodamente, en un lugar tranquilo y silencioso, cerrar los ojos y concentrarse en la respiración, oxigenando bien los pulmones, respirando de forma suave, profunda, regular y rítmica, sin esforzar los pulmones, y ya estamos en disposición de dar vuelo a la imaginación para fantasear a lo grande. No me resulta fácil explicarme, lo haré así: me meto dentro de mi mente de manera que mi pensamiento y yo somos la misma cosa y entonces me veo paseando por un paisaje maravilloso en paz conmigo mismo y con todo lo demás, o paseo por dentro de mi mismo y cada célula de mi cuerpo es una partícula de luz radiante con fuerza curativa. Como se dice que somos lo que pensamos, si lo que pensamos es que estamos sanos de alguna manera los estamos, o al menos aliviamos el problema. Como cada quién es como es, vale decir que lo mejor manera de relajarse es con frases como “soy feliz”, “estoy alegre”; más eficaz aún son las frases “Dios es amor”, “Dios es paz”.
Hijos, como sin posible duda la meditación acarrea muchos y grandes beneficios, os la recomiendo encarecidamente, pero tengo justificadas dudas de que mi sugerencia tendrá el mismo efecto que arar en el mar, pero si alguien se interesa aquí estoy en la mejor disposición de ayudar.
Que una ola de alegría, paz y amor os inunde a todos hoy y cada uno de los días de vuestra vida.
Besos y abrazos