Historias de toda una vida

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sábado, 4 de octubre de 2014

MI VIDA SATURADA DE AÑOS



MI VIDA SATURADA DE AÑOS
Valladolid 4 de Octubre 2001

Queridos hijos: En la Naturaleza desde que empieza  a germinar la semilla de una planta hasta que la flor se abre sobre su tallo no existe la prisa, para su lento crecimiento se toma su tiempo, por lo que resultan emocionantes esas películas que condensan en breves momentos todo el proceso de  germinación de la planta, y desde que brota la semilla hasta que, como tocada por una varita mágica, hace eclosión la flor transcurren apenas unos minutos.
Pues bien, echo a volar mi imaginación y hago algo semejante con las etapas de mi vida: nacimiento, la niñez y la adolescencia que fui libre como los pájaros, disfrutando a lo grande esa libertad. La juventud, cuando veía el mundo como una cosa graciosa y divertida. En la edad adulta también gocé de la vida con los cinco sentidos con la llegada y crianza de los hijos y posteriormente con los hijos de los hijos, que han sido para mí luz y alegría.
Después, hasta hoy a punto de convertirme en octogenario, no ha faltado alguna espina sembrada en el camino; pero todo ha pasado tan rápidamente ante mis ojos, que  bien patente queda lo que con profunda verdad se dice, que nuestro paso por la Tierra es sólo un soplo, un corto vuelo, una breve cosa, por larga que sea la que se nos concede.
Lo importante es el uso que hayamos hecho de ella. Me digo a mí mismo que no soy un ángel, ni cabe darme ínfulas de nada, pero en opinión personalísima, creo que en conjunto soy una persona bastante decente, un pobre buen hombre del montón que aunque no he ayudado mucho a Dios a que me ayude, me anima la esperanzadora posibilidad de contar con el beneplácito divino a la hora suprema de la verdad.
Hijos, así están las cosas en mi vida saturada de  años.
Besos y abrazos