Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

jueves, 13 de marzo de 2014

ORGULLOSO DE CONTAR CON BUENOS AMIGOS



ORGULLOSO DE CONTAR CON BUENOS AMIGOS
Valladolid 10-09-2002

Amigos Fer, Lety y todos los demás: Vuestra llamada telefónica me ha puesto a considerar que, ¿de qué puede estar uno más orgulloso que de contar con buenos amigos? Así que me declaro orgulloso de teneros por amigos a vosotros, amigos en el concepto más amplio y en razón de ello ocupáis lugar preferente  en nuestra mente y nuestro corazón.
Me hablabas en tu última carta de estar preparándote para tu retirada laboral, lo que supongo no será en absoluto arrinconarte. La jubilación es una magnífica ocasión para que la vida adquiera otra dimensión, otro valor, otra forma diferente de ver el mundo y con nuevos pensamientos y sentimientos, agradecer y disfrutar de las pequeñas cosas de que la vida está llena. Vivir consiste fundamentalmente en conseguir un objetivo: ser feliz, y la clave de la felicidad es saber conformarse con lo que se tiene, y si algo falta se inventa, así de claro y así de fácil.
Por poner un ejemplo: ya no somos jóvenes, pero estamos rodeados de juventud, y con optimismo, paciencia y tolerancia, con un humor risueño envuelto en cariño tratemos de crear en su entorno un clima amable y cordial. O sease, que a sentirnos felices haciendo dichosos a los que nos rodean, ¿te parece bien, mal o regular?
Un poco de vergüenza me da hablar de mí mismo, pero lo hago para decir que intento vivir sin prisas ni sofocos, y en lo que te permiten, alegremente despreocupado con el fin de mantener el corazón alegre como un grillo en primavera y él, agradecido, se mantiene, de momento, vigoroso y aguanta todo lo que le echo. Mucho mejor que andar con los nervios cargados de electricidad y la sangre hirviendo a todo vapor, cuando el corazón late al ritmo de tiqui, taca, tiquitaca, pero de pronto cambia el paso, tacatiqui y pierde un latido. Todo por no tomar con la debida consideración la recomendación médica que receta ser portadores de la bandera de la alegría y del buen humor, siendo el buen humor y la alegría  los mejores conservantes de la salud, sin efectos secundarios.
Por todos es sabido que la risa es al hombre lo que el sol a las flores. Y ya que de flores hablamos, Sr. Flores, los hombres somos como ellas: nacer, florecer, reproducirse, morir y pudrirse, y siendo esto así, como así es, lo inteligente es, como queda dicho, saber llenar nuestro espíritu de buenos pensamientos para que vivir resulte bonito y en nuestro ir tirando por el mundo no falten motivos de regocijo ni felices risas.
Cuatito Fernando, aún eres pollito, aunque eso sí, muy reata y con más plumas que un gallo, pero todavía no eres plenamente consciente, como lo soy yo, perro viejo con un titipuchal de años encima, de que el más allá está cada vez más acá, pero como vivir ha de ser algo más que ir muriéndose, y además, lo digo p'a que lo sepas, como yo a la muerte miedo cual ninguno, a veces, llevado por la fantasía en busca de algún significado mágico a las cosas, aunque hable entre humos sé que me entiendes cuando hablando con el poeta digo que la vida es como el día de hoy, que pasó y sólo fue un rayo de luz que volvió a su recinto, un momento en el que participamos de su luz, un tiempo del que fuimos parte de su catarata... Pero mira, Fer, más bien no hagas caso de utopías, que lo que corresponde e importa, es relajarse, alegrarse, tonificarse, revitalizarse, reír y echar en el saco del olvido las tristeza para que gocéis de salud, salud y salud, que si resplandecéis de salud y buen humor, lo demás es lo de menos.

Abrazos para todos y que os vaya bonito.