Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

viernes, 31 de diciembre de 2010

FELIZ AÑO NUEVO


FELIZ AÑO NUEVO TAMBIÉN PARA TI, YAYO GUAPO, Y PARA TODOS LOS QUE TE QUEREMOS Y APRECIAMOS TU VALÍA.

Marisa Pérez Muñoz


31 de diciembre de 2010



Querida Rebeca y demás seres queridos:

             Estamos ante los últimos suspiros del complicado año que agoniza. Dentro de un rato, apenas unas horas, el Nuevo inicia su andadura partiendo de cero, y con los primeros pasos, como es de rigor y fieles a la tradición, nos atragantaremos logrando con éxito zambullir las doce uvas de la suerte al ritmo acelerado de las doce campanadas, y con los brindis, entrelazarnos en entrañables abrazos, acompañados de los deseos de que todos y cada uno de los  365 días de 2011 estén llenos en cascada de ilusiones y emociones.

             Año nuevo y flamante, nuevos propósitos más creativos y constructivos, por poner un ejemplo, avanzar por el nuevo año llevando en alto la bandera de la alegría por la felicidad de los demás.

              De corazón os deseo todo lo bueno que merecéis, especialmente capacidad para perdonar, para soñar, para reír, para gozar de la vida que hay antes de la muerte, la otra, la de después, puede esperar.


                                Adiós, besos.


                       Félix


                                     

ESPIRITU ALEGRE

Antonio, mi padre, soldando
Una vez más tienes mucha razón, yayo Félix, aunque en este caso, permíteme que disienta un poco contigo.
Cierto que reír es vivir, pero la risa no es sinónimo de salud y como desafortunadamente tengo un claro ejemplo, ahí voy con él.
No hablaré en general, ni en hipótesis; tú eres mi yayo Félix y quiero hablar como claro contrapunto de mi padre, el yayo Antonio de mis hijas. Los dos vejetes a los que adoro.

Mi padre; hombre alegre, trabajador rudo e incansable en el difícil arte de moldear el hierro a su antojo y a golpe de brazo.
Él manejaba el martillo, “el macho”, se llamaba aquella herramienta que yo no acertaba a levantar un palmo, él, lo hacía como si de una pluma se tratase para dejarlo caer sobre el hierro al rojo vivo; en una mano las tenazas sujetando el hierro, y en la otra “El Macho” y el brazo de mi padre golpeando al compás sobre el metal y la bigornia que hacía  saltar chispas candentes y dejando el material informe convertido en la hermosísima reja de una casa… un precioso balcón o el enrejado de ventanas señoriales que él jamás pudo poseer, porque su duro oficio no hacía rico al forjador, sino al que encargaba los trabajos.
Nos sacó adelante con ese sudor negro que le corría por la frente para terminar en un chorro que caía desde su barbilla al suelo.
Las mejores caricias que recibí de niña, eran de sus manos encallecidas y fuertes… ¡¡ojala pudiera volver a tener entre mis manos aquellas!!

La dureza de su trabajo no le impedía sacar un rato de tiempo para jugar por las noches con mi hermano y conmigo antes de irnos a dormir.
Dentro de sus posibilidades económicas, hacíamos cortas excursiones; los domingos de verano en un carro tirado por una mula, íbamos la familia al río a pescar cangrejos… casi nunca los cuatro a solas, solíamos ir con sus amigos, los hijos de sus amigos… formábamos una buena “camarilla” de niños juguetones, padres valientes y aguerridos, madres hacendosas y vehículos cuyo “motor” era de caballería, no de caballos; mi padre siempre fue el alma de la fiesta, el que hacía reír con sus chistes y gracejos tan oportunos como espontáneos y ocurrentes; pasó el tiempo, “emigramos” a la capital para que mi hermano y yo tuviéramos un buen porvenir, crecimos, me casé y poco después, un cáncer en la cuerda vocal izquierda, se llevó toda esa fuerza, alegría, gracejo y felicidad de mi padre. El sonido de su voz con una sola cuerda lo acomplejó mucho más allá de lo que nos hacía creer, dejó de contar chistes, porque –según él- con aquella voz no hacían gracia.
Nunca a los que le queremos –muchos, porque repito que mi padre es muy querido por muchísimas personas- a ninguno nos importó cómo sonara su voz, lo importante es que había logrado vencer al cáncer del que fue operado hace 33 años.
Debido a esa enfermedad, su garganta  le impedía seguir siendo forjador y poco después su corazón también comenzó a estar mal, por ello a los 54 años lo jubilaron y tuvo mucho tiempo para disfrutar de sus nietas y ser el mejor yayo del mundo para ellas.

En lo que realmente te doy la razón, es en que quizás parte de ese tiempo libre que tan joven tuvo, pudo haberlo empleado en prepararse para la vejez que más pronto que tarde le llegaba.
Nunca tuvo  tiempo de leer y el  hábito de la lectura o se adquiere desde temprano o después ya es muy difícil, hacerle caso a la fuerza de voluntad.
Esa fuerza de voluntad, ese ánimo de no dejarse vencer y preparar el camino a la vejez es una de las cosas que más admiro y valoro de ti y tantas veces te lo digo y alabo.
Has logrado lo que has luchado y hoy recuerdas todo y a todos y además escribes cada día una preciosa carta que yo recibo y ahora publico en este tu Blog, para que todos puedan conocer  esos recuerdos, aprender de tu experiencia y valorar las vivencias que nos cuentas.

Mi padre, quizás por genética, herencia, mala suerte o destino, padece esa maldita enfermedad que le está haciendo olvidar poco a poco toda su vida y a los que le rodean. Pronto se olvidará que ha sido el mejor padre del mundo y yo, la niña de sus ojos.

Abrazos:

Marisa Pérez Muñoz

ESPÍRITU ALEGRE   jueves 30/12/2010

Querida Rebeca:

Diría que a los viejos, pero no, sin excepción, para jóvenes y vetustos, leer, escribir, jugar, pasear…son actividades que salvaguardan la salud física y mental. No existe mejor manera de conservar el corazón joven y la mente sana, evitando el tan temido deterioro de la memoria que mover el esqueleto y el cerebro. “Memoria no ejercitada, pronto mermada”.

Se dice que la memoria es la inteligencia de los tontos, ¡qué tontería! A mí que me den memoria, que lo demás es lo de menos, porque sin capacidad para acumular recuerdos no somos nada,  no somos nadie sin esos imágenes del pasado archivadas en el disco duro de la computadora de la cabeza.

Pero, mira, Rebeca, verás, la memoria a corto plazo de los abuelotes, es limitada, se vacía fácilmente, resulta toda una batalla, por ejemplo, recordar los nombres de las personas. No suele ocurrir igual con la memoria a largo plazo en la que los recuerdos de remotos sucesos son tan intensos que de la lejana época de la niñez se recuerdan hasta los pequeños detalles.

El deterioro de la salud y de la memoria no se deben únicamente al paso de los años, sino también al estilo de vida. Los estímulos, por el esfuerzo que requiere leer, escribir, pensar, moverse, y por supuesto, mantener el buen talante y la alegría tienen efectos terapéuticos, las personas divertidas tienen mejor salud que las tristes y aburridas. Lo estupendo es que tales efectos son acumulativos, a mayor regocijo, mejor salud.

Querida Rebeca, mantén alegre el espíritu y gozarás de magnífica salud.

Adiós, besos.

Félix

miércoles, 29 de diciembre de 2010

SANTOS INOCENTES


martes 28/12/2010 22:53

Querida Rebeca:

Cuidadín, cuidadín que hoy es el día que tradicionalmente se gastan bromas o “inocentadas” entre parientes y amigos  y no vayas a resultar tú la incauta inocentilla que te dejes sorprender dejándote colgar  un monigote de papel en la espalda en plan de burla, o prestes dinero, o seas la ingenua que cree la insólita falsedad de los medios de comunicación anunciando que no subirá el recibo de la luz, ni el gas, ni los transportes, ni la edad de jubilación, ni bajaran las pensiones…, será una broma de mal gusto, porque todo subirá o bajará, ya lo creo, no faltaba más.

Hoy día la fiesta ha perdido popularidad, antes, no hace tanto, era un día loco, jovial, de algaraza, se gastaban a porfía bromas de toda índole, generalmente, prudentes y respetuosas, sin faltar a nadie, aunque tampoco es que escaseasen  los  amigos de las  bufonadas del peor gusto.

No resulta fácil equiparar la celebración de bromas y engaños con la conmemoración de la histórica e increíble masacre de inocentes niños menores de dos años nacidos en Belén. Sangriento edicto del cruel Herodes, rey de pésima reputación ganada a pulso. Personaje ambicioso y vida desordenada, organizador de bacanales, que lleno de intrigas y temores, sintiéndose terriblemente amenazado de perder su poder por el recién nacido Mesías, futuro rey de los judíos, ordenó la terrible degollina con objeto de asesinar al Niño Jesús, pero avisados por un ángel, José, María y el Niño, a lomos de su borriquillo se encaminaban hacia Egipto, alejándose del peligroso y perverso Herodes.

Pues si, si, así ocurrieron los hechos, pero vamos a ver, Rebeca, cariño, inocente palomita, ¿Me prestas diez euros?

                  Adiós, besos.

                       Félix  

lunes, 27 de diciembre de 2010

CALCIO, CARENCIA Y EXCESO

14-12-2010   

Querida Rebeca: He adelgazado algo, cuatro kilos he perdido y mi médico, y amigo, me aplaude y me anima a seguir, recomen dándome tomar calcio que me irá de perlas, porque ese elemento químico me ayudará a adelgazar.

Supongo que a ti, si estás haciendo dieta adelgazante, te interesará saber que si quieres que la cosa funcione toma calcio, aumentando el consumo de lácteos, yogures desnatados, queso, sardinas, almejas, salmón y vegetales verdes, col, brócoli...
Esta demostrado que existe marcada relación entre el calcio y el peso corporal, y demostrado que las dietas  bajas en calcio impiden la pérdida de peso, mientras que las dietas altas en calcio aceleran la pérdida de grasa corporal.

Rebe, querida nieta, como me lo contaron te lo cuento. Prueba, que nada se pierde intentándolo. Por supuesto sin abusar, porque tanto la carencia como el exceso son perjudiciales para la salud.

Adiós, besos.

 Félix

LA CHISPA DE LA VIDA

   01/12/2010

Rebeca de mi corazón: Por supuesto estás conmigo en que la música es la chispa de la vida y que a través de ella todo es más bonito y más alegre, y está también la virtud de que tanto en ti, como en mí, como en todos despierta recuerdos y emociones de momentos del pasado que nos endulzan la existencia y hasta nos ayudan a conservar la memoria. Más diría: la música genera pensamientos y sentimientos tan positivos que, como se dice, son la razón de curar el cuerpo y el alma. De ahí que se empiece a aplicar la técnica de la musicoterapia para ayudar a resolver problemas de salud, disminuyendo el dolor y reduciendo la ansiedad y el estrés.

Yo estoy encantado con mi estimulante y relajante MP-3 que cada tarde me levanta el ánimo, ayudándome a superar los momentos de soledad, aburrimiento y tristeza que suelen atacarnos a los viejitos, tan dados a encerrarnos a nosotros mismos.

Rebe, mocita pinturera, vamos, venga, a oír música que te ayudará a estar mejor.

 Adiós, besos.

Félix

ESTRÉS


  26/11/2010

Querida Rebeca: Duermes poco y ese poco lo duermes mal, lo que me hace suponer sea consecuencia de estar pendiente  del reloj, lo que te crea la sensación de no llegar a todo y te estresa, robándote el sueño.

Por de pronto lo que te corresponde hacer es poner en práctica la conocida fórmula creadora de salud y bienestar que consiste: primero en no dar importancia a las cosas pequeñas y segundo recordar que casi todas las cosas de la vida son pequeñas.

Se consciente, además, de que no estamos mal porque estamos estresados, sino que estamos estresados por el ajetreo de la vida que llevamos, y el tan llevado y traído estrés es causa y razón de sin fin de problemas: acelera el corazón, eleva la tensión arterial, espanta al sueño..., y bien sabes que dormir es vivir.

Rebe, preciosa muchacha, desacelera un poco y te sentirás más realizada, más satisfecha, más saludable, digamos que viviendo en un cielo con menos nubarrones.

 Adiós, besos.

Félix

PLANCHA CON CHIMENEA… LAVAR Y PLANCHAR ANTES Y AHORA

Valladolid  lunes 22/11/2010

Rebeca, querida nieta:
Soy el primero en reconocer plenamente que tu madre es una hormiguita hacendosa sin un momento de reposo; como vía de ejemplo pasa el día sube y baja con tandas de ropa para lavar y planchar; claro que cuenta para realizar esos menesteres con una estupenda lavadora que prácticamente lo hace todo y desarruga lo lavado con una plancha que realizar con ello la faena resulta, digamos, que coser y cantar comparado con el arduo trabajo que era para mi madre, residiendo en Cornón. 

Sé que todas las comparaciones son odiosas, pero permíteme equiparar ambos trabajos, el de mi madre y el de mi hija. En el muy noble y leal Cornón de la Peña  el lavado comenzaba cargando sobre la cabeza una buena tanda de ropa y darse la caminada de dos kilómetros  para llegar a la charca donde se efectuaba la  colada. Si era época invernal, dado que el clima del  pueblo es extremoso, los días que Siberia abre de par en par puerta y ventanas  para que escape el frío que la sobra y no poco llega a Cornón; romper el hielo y en aquella agua congelada golpear la ropa sobre piedra con las manos ateridas y regresar con la ropa húmeda pesadísima resultaba agotador ¿Y secar? Colgada la ropa se helaba, quedando tiesa y dura como una tabla y a esperar días a que saliese el sol, el mayor don que Dios ha dado al hombre. En verano el secado no resultaba problemático, pero sí causa de grandes sofocones.

Tocante al planchado, la única semejanza entre las dos planchas era que para comprobar la temperatura se escupía en la superficie donde la saliva se evaporaba bailoteando nerviosamente. Por lo demás la de la autora de mis días era una plancha con chimenea en la que había que introducir carbones encendidos.
¿Y qué decir del coser? La autora de tus días no coge una aguja, la mía no la dejaba de las manos remendando rodilleras, culeras, calcetines...Imagino que tú que únicamente conoces lo cómodo que hoy resulta realizar las cosas, te causará asombro la ardua vida la de aquellas espartanas mujeres de antañamente.
ADIÓS, BESOS

 Félix

AFORTUNADOS... (SALDAÑA Y GUARDO)

   27/12/2010

Querida Rebeca:

Ha pasado la euforia lotera, se han apagado los ecos de…miiiiiillones de eeeeuros. La suerte me ha dado la espalda, la diosa fortuna no me ha sonreído, nada me ha tocado, nada por nada, nada; nada del verbo nada, ni las migajas de la pedrea. Pero, mira que bien,  en Saldaña, que no es mi pueblo, pero como si lo fuera, así lo quiero, la suerte pasó de refilón, del bombo salió un pellizquito de 3.000.000. Menos es nada. ¿Y qué decir de Guardo, mi pueblo? En el sorteo de euromillones a un afortunado y misterioso guardeño el enorme  mordisco ha sido de 43 millones de euro. Me alegro por ellos y con ellos.

Por lo demás, como es lógica tradición, los afortunados que en el golpe de suerte de la gran rifa les ha caído encima una buena rociada de kilos del “gordo”, arreglándoles la vida económicamente, pues de estar inmersos en el pago de la hipoteca han pasado de pobres a ricos en un día, motivo bastante y sobrado para que enloquecidos de entusiasmo, con la sangre en ebullición, atosigados por la buena suerte, un tanto descontrolados y fuera de órbita, botando de alegría se abrazan emocionados, tan  alborotados que cobra protagonismo el champán y agitadas las botellas se bañan en la lluvia de burbujas del espumoso. Sinceramente, enhorabuena.

Muchachita, el hecho de que la suerte se haya mostrado tacaña con nosotros no es razón para sentirnos desfallecer de desilusión, porque quien no se consuela es porque no quiere, ahí tenemos la consideración de que no hay mejor lotería que  trabajo y economía. Podemos, además, depositar nuestra esperanza  en el sorteo extraordinario de “El Niño”.

Rebeca de mi corazón, en cuanto a dinero contante y sonante no me ha soplado la fortuna, pero tocante a felicidad  me ha caído el gordo al verme rodeado de hijos y nietos buenos, sanos y dichosos.

                      Adiós, besos.

                              Félix