21-11-2015
Así dice un precioso RAP que ayer tuvo su
estreno mundial en honor a los novios, y ciertamente así fue. Una boda
preciosa.
La lluvia anunciada sólo apareció en la
madrugada pero rápidamente dio paso a
este soleado sábado novembrino.
No siempre lo que uno sueña es lo que uno
se puede permitir en el momento soñado, pero las ilusiones están para cumplirse
y doy fe que hoy se cumplieron.
Todo ha salido redondo, ha sido tan bonito,
tan especial y diferente… que la trabajera ha merecido la pena. Una nueva
fórmula de boda que debería patentarse. Sería un éxito rotundo.
Mi más cordial enhorabuena a las
organizadoras que se han currado cada detalle para que la de Cristina Felipe y
Héctor fuera tan maravillosa como cualquier pareja sueña.
Los detalles; los miles de detalles en
forma de sorpresa, se fueron descubriendo cada uno en el momento y lugar
preciso, sin que ni una sola fisura se filtrara y pudiera desvelar antes de
tiempo ninguna de ellas.
Para mí ha sido un verdadero placer haber
formado parte del cortejo nupcial. Haber compartido mesa y riquísima comida con
mi familia Alonso… Abrazar a mis sobrinos y ver la ilusión en los novios que ni
en sus mejores sueños imaginaron el día que hoy iban a vivir.
Héctor el rey de la fiesta, encantador
como sólo él sabe ser, ha disfrutado de la boda de sus padres, todo un
privilegio del que no todos los niños pueden presumir.
Pili, mi cuata guapa, hoy lo estaba mucho
más que nunca… ¡¡No todos los días se casa a una hija!!
Rebeca, mi querida Becky, tan pendiente de
todo, tan bonita y buena gente; hoy también se vio recompensada tras tantos
días de preparar todo para que nada faltara en la boda de su hermana… Tamara
pieza muy importante para que el puzle encajara a la perfección… Diana editando un precioso vídeo o Rocío escribiendo e interpretando el RAP al que aludí al comienzo... Todo, todo
salió bonito. Un día que los novios recordarán siempre al igual que los que
hemos sido privilegiados testigos y de alguna forma cómplices. Yo al menos, no
la olvidaré.