Historias de toda una vida

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miércoles, 12 de octubre de 2016

MI QUERIDA PILAR



MI QUERIDA PILAR  12-10-2016

Más allá de la “Fiesta Nacional” o día de la hispanidad, que con el tiempo se ha diluido el porqué; hoy no sé si por coincidencia o por otro motivo que no viene al caso, también se celebra el “Día del Pilar” y he querido celebrar con mi amiga su Santo.

Mi querida Pilar, que soporta con fiereza el peso que sobre sus hombros cae cada día. Peso que no siempre ha de ser por causas adversas y afortunadamente el balance en su vida tiene muchas de las buenas, cuatro de las mejores –con algunos anexos- y dos de las insuperables.

Amorosa hija del yayo Félix, heredó de él la fuerza del amor por la familia que mi querida cuata lleva orgullosa.
No importa si estuvo con la salud quebrada, siempre llevó a cabo su tarea para que sus pequeños: o ya mayores, a los trabajadores de su casa, no les faltara de nada.
Para ella jamás importó el esfuerzo con tal de que sus retoños y su marido no hicieran ni uno solo de los trabajos asignados a su condición de “ama de casa”… ¡¡Ahí es nada!!

No importaban el dolor físico, o el ánimo quebrado por los mil avatares hostiles que la vida lleva y trae; siempre mi cuata es el Pilar recio que lleva en su nombre… Aunque odia que se lo diga.

Ahora tras su operación no es para ella tanto el dolor físico que impide su movilidad, como el dolor de no poder moverse para seguir con todo en su punto para ellos.
Has tenido que claudicar cuatita, y dejar que entre todos cuiden de ti con el mismo amor que siempre lo hiciste con ellos.

Decía hace un par de crónicas, que todos tenemos unos pocos “mejores amigos”, que pueden contarse con los dedos de una mano y que entre ellos sólo uno destaca como el mejor. Nadie puede llevarme en eso la contraria, ni enfadarse por ello.
Todo el mundo que nos conoce sabe que Pilar es mi pilar en cuestión de amigos, sin menospreciar a mis otros “ensambles”, sin los que no podría ser feliz.
Mi cuata es Pili, la voz de mi voz y el sonido de mis oídos cuando de empapar confidencias se trata, y así ha sido desde el primer día, hace 33 añitos de vellón.
Tenemos la suerte de tenernos la una a la otra para lo bueno, lo buenísimo o lo peor, cuando nos golpeó la vida.

Querida Pili, disfruta este día de santo con todo lo que puedas y ten la fuerza de tu nombre para recuperarte pronto,  que ya vendrán tiempos aún mejores y seguirás disfrutando de tus amores porque te lo has ganado.

No dejes nunca de ser tú, única e irrepetible. Te quiero cuatita, aunque te chinche oírmelo decir.