Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

viernes, 14 de febrero de 2014

CONSUMO DESAFORADO DE FÁRMACOS




CONSUMO DESAFORADO DE FÁRMACOS



Queridos hijos: He visitado a un amigo griposo y he quedado alucinado, porque es un aprensivo de aúpa; en todo ve síntomas de enfermedades y su habitación semeja la de un hospital y las mesillas farmacias bien surtidas.



Se conoce que su hipocondría le lleva a visitar a cada paso al médico y siempre sale con recetas, y listo para análisis, radiografías, ecografías, resonancias magnéticas, etc, etc.



Su médico de cabecera será de esos que “por si acaso” y para cubrirse la espalda ante la creciente demanda exigiendo indemnizaciones por negligencias médicas receta lo que sea sin duelo. O sea, que con médicos y enfermos así los grandes laboratorios se ponen las botas y la sanidad española va de cráneo; es decir, se inclina hacia el fracaso con consiguiente temor de los jubilados de que la fuente de sus ingresos se seque.



Porque aquí no termina la historia, existe el problema de la automedicación con la que la gente se apiporra de fármacos siguiendo consejos de amigos y vecinos.

Y qué decir del hecho de saturar el servicio de urgencias acudiendo por asuntos menores tales como para solicitar un antiinflamatorio para aliviar algún

Dolorcillo. Desde el simple “paracetamol”, el más prescrito, u otros más eficaces, pero que obligan a tomar protectores de estómago (en prevención de efectos secundarios y por ahí va la cadena).



No resulta fácil evitar el problema porque los políticos no se atreven a abordar la cuestión para mejorar las cosas, y no se deciden porque saben que receta de menos puede suponer un voto también de menos.



Hijos, tener muy presente que una dieta equilibrada y unos hábitos saludables son factores mucho más eficaces para gozar de buena salud que apiporrarse de píldoras.





Besos, abrazos, salud y alegría.



Félix