Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

domingo, 16 de febrero de 2014

VIRTUDES DEL BUEN MÉDICO



VIRTUDES DEL BUEN MÉDICO

            Queridos hijos: Os cuento que estoy contento y agradecido con mi médico de cabecera por el esmero y eficacia con que nos trata a sus pacientes; te llama por tu nombre, no trata de deshacerse de ti con prisas, te escucha y pacientemente te da las explicaciones que le pides, detalle importante, al menos para mí que me resulta favorable tener idea de mi problema.
            Para decirlo todo de una vez, sales de la consulta confiado y optimista, y no es para menos si sólo verle te alivia el dolor; o sea, que como todo buen médico, cura tanto con pastillas como sin ellas.
             Por supuesto y afortunadamente, la mayoría de los médicos son estupendos, pero no faltan ovejas negras. Más de uno y más de dos no conceden a sus enfermos la atención a que tienen derecho. No te tratan como a un ser humano si no como a un órgano: corazón, hígado, riñón maltrecho, sin dignarse mirarte a la cara.
             Su ciencia se les ha subido a la cabeza y sólo tratan de supervalorarse; auto glorificarse considerando al paciente muy inferior a él. Verdaderamente entre unos y otros galenos media un abismo o dos.
             Esta es la desfavorable impresión que me produjo el traumatólogo al que acudí no hace mucho achuchado por fuerte dolor de espalda.
Tengo la leve sospecha de que no fui para él otra cosa que una espina dorsal achacosa, y aun este con escaso interés, se le notaba la prisa y su tratamiento no me alivió ni mínimamente.
 Tú misma, Pily, llevas grabadas en tu cuerpo las huellas que te dejó un cirujano con un cosido que es toda una chapuza inaudita, merecedora justificadamente de inhabilitación definitiva para la práctica de su profesión médica.
 Antañamente se impartía en la escuela una asignatura llamada “urbanidad” que enseñaba, entre otras muchas cosas, a respetar en profundidad los derechos de los demás.
Pienso que algo semejante debiera ocurrir en la facultad e medicina; enseñar a la par que técnica científica y especialización, menos despersonalización del paciente, más humanidad, comprensión y respeto a los derechos y valores de los enfermos, porque resulta meridianamente claro que la eficacia médica no es total si el trato es antipático y desconsiderado.

Besos y abrazos

Papá