Querida Cuata:
Quisiera poder regalarte uno solo de sus besos o un minuto a su lado pero como
bien sabemos, los imposibles no son posibles por muy buena intención que le
pongamos.
He pensado que
te gustaría compartir con nosotros esta carta que tu apasito lindo te escribió
tal día como hoy en 2001.
Como siempre,
es tan actual que podría haber sido escrita hace media hora no más.
Hoy veras el
más hermoso amanecer y escucharás cómo te canta “Las Mañanitas” y tendrás
nuevamente su sonrisa especialmente para ti; su mirada para ti, sus caricias
para ti, y con solo cerrar los ojos sentirás su beso y su fuerte abrazo.
Esta noche la
estrella brillará más que nunca para desearte Felicidades y que cumplas muchos
más.
Feliz
cumpleaños cuata guapa.
Y a ti, mi viejito
gruñón y adorable, te envío mi más grande cariño para que se lo entregues a mi
padre y te quedes con la porción que desees.
Dulces sueños.
Marisa Pérez
Muñoz
Fiesta onomástica
Valladolid, 30 de
Noviembre de 2001
Querida hija
María del Pilar: Mi ferviente deseo para el día de tu fiesta onomástica es que
resulte pródiga en acontecimientos emocionantes y lo pases guáys del Paraguáys,
feliz como las golondrinas revoloteando y chillando locas de alegría en torno a la torre de la iglesia de Cornón.
Pero, hija, aún hay más, mucho más.
Para que en
este día especial tu gozo sea completo te lo voy a decir todo de una vez: eres
una magnífica hija, guapa, lista, simpática, generosa, vistes y calzas con
elegancia, dotada de sensibilidad cocineril, pero la verdad no se ha de
ocultar, se ha de decir, tu excelente cocina aún está a un nivel muy por debajo
del mío. De tus sopas de ajo a las mías, por poner un ejemplo, hay un abismo, o
dos.
Bien, pero así
como digo una cosa, digo otra: satisfecho por entero y feliz por tu modo y
manera de ser me voy a volcar contigo obsequiándote imaginativamente con un
presente maravilloso.
Mira, verás,
apretando a fondo el acelerador de mi fantasía he tenido despierto un sueño de
grandeza: transmutado en fabuloso mago con poderes para realizar prodigios he
convertido en realidad una utopía: ideo y creo en tu honor la más portentosa
flor que jamás haya existido, la reina de las flores, hija de un sietecolores y
una mariposa arco iris, un surtidor de colores fascinantes entremezclados y
cambiantes según las horas del día. Los pétalos son finos filamentos semejantes
a la cabellera de una reina que el viento peina y despeina para esparcir sus
embriagadores colores inmarchitables, que son varios y también cambiantes. Según
quien los huela percibirá una diferente y suave fragancia. La asombrosa flor no
tiene nombre, bautízala tú. ¿Estás contenta?
Hija, no
únicamente hoy, el resto de tus días seas perfectamente feliz