Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

jueves, 22 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD 2011

            Queridos todos a los que el Yayo Félix quiere y le quieren y a todos cuantos leen con atención y cariño sus cartas.
            Quiero hacer extensiva su felicitación y desearos lo mejor para estas fiestas y para todo el año 2012.
            Que la estrella más brillante ilumine el camino de quienes –como yo- crean que desde ella nos miran y siguen amando las personas que se no han ido para siempre.
            Que no os falte el cariño de los vuestros, la amistad de quienes os rodean, la salud los 366 días del año, la comprensión de quienes os escucha y a quienes escucháis, el trabajo para el mundo en el que vivís, el amor de… el amor; y si fuera necesario, que no os falte el dinero.
            Querido Yayo: felicidades por seguir aquí y tener la suerte de rodearte de toda tu familia. Felicidades a  tu familia que tiene la suerte de poder rodearse de ti.
            Te quiero

Abrazos fortísimos para todos y gratitud por vuestra compañía acudiendo con asiduidad a este Blog e incluso dejando algún mensaje que tanto alegra a nuestro yayo.

Feliz Navidad y prospero año nuevo:

Marisa Pérez Muñoz
 

20 de diciembre de 2011 07:53    Navidad 2011                                                                     
 Navidad 2011  

Q
ueridos seres queridos y entrañables amigos:

Mis más cordiales deseos de que estas fiestas navideñas sean ideales, magníficas de verdad, llenas de emoción y alegría, teniendo muy en cuenta que hacer felices a los demás es hacernos felices a nosotros mismos. O sea, que es magnífico sentir simpatía por la felicidad ajena. Y, evidentemente, por la nuestra, porque nos pasa a todos, a mí el primero, que a veces no somos felices por estar demasiado ocupados buscando la felicidad.

Somos humanos y todos tenemos iras, culpas y resentimiento reprimidos que debemos saber perdonar, pues ¡Arriba los corazones! Cuándo mejor que ahora, días de paz, de amor y amistad, de buenos pensamientos y sentimientos, cuando la alegría es obligada y haciéndonos el propósito de no entristecernos por nada ni enfadarnos con nadie entregarnos al gozoso placer de vivir en plenitud.

Jesús, el Niño cuyo nacimiento celebramos, vino al mundo a poner de moda el amor al prójimo, y no debemos olvidar que el prójimo somos todos y entonces no es por ensombrecer ni dramatizar las fiestas, pero, vamos a ver, no tenemos tanto derecho como creemos a disfrutar a manos llenas de tanto cuanto hay, y obramos insensata y egoístamente no dejando en estos días descansar el estómago, apartando de la memoria a los millones de personas, incluidos niños y ancianos, que claramente en la cola de todo han perdido la ilusión de vivir porque no tienen mesa, ni pan.

En fin, como la vida sigue igual, que el año que iniciamos se os hagan realidad palpable y visible vuestros anhelos e ilusiones y esté pleno de alegría y felicidad, ambas cosas, que parecen lo mismo pero no lo son, la alegría es una satisfacción de corta duración, la felicidad es más profunda, duradera y emocionante.

Pues eso queridos seres queridos y entrañables amigos, que la salud, la suerte y la dicha os acompañen siempre.

                                    Besos y abrazos.