Otro de tus bonitos mensajes y no
precisamente en una botella.
Una carta más llena de sabios
consejos, que como tesoro guardaremos en esa hipotética botella llena de
piedras, perdigones, arena y agua introducidos en el debido orden para que todo
quepa.
Feliz día de los inocentes. No
dejes que te gasten bromas pesadas y ríe con las inocentadas jocosas y faltas
de burla.
Un
abrazo. Dulces sueños.
Marisa Pérez Muñoz
MENSAJE EN UN FRASCO DE CRISTAL
Valladolid, 28
de Diciembre de 2001
Queridos hijos: Hoy,
día de los Inocentes, creo que viene a cuento recordar un artículo leído no
recuerdo dónde, pero sí el título: “Mensaje
en un frasco de cristal” en el que se hace una original comparación con la
vida. Según eso, se toma un tarro grande de cristal y se llena de piedras de
tamaño regular. Hecho lo cual se
pregunta si está lleno y todo el mundo responderá afirmativamente. Pero si
entonces se acaba de llenar, por ejemplo, de perdigones, agitando el frasco
para que vaya a los espacios vacíos y se repite la pregunta, la respuesta será
que ahora si está verdaderamente a tope. Bien, pero veamos si cabe un puñado de
arena dando unos golpecitos para que se asiente y acabe de llenarse por los
espacios vacíos. Ahora ¿estará lleno o no el tarro? Todos admitirán que
efectivamente, está lleno y bien lleno, ¿o no? Sin embargo no es así por más
que todos consideren que el tarro está lleno a tope, aún hay más: si se toma un
vaso de agua y se vacía dentro, la arena embeberá el líquido llenando todos los
intersticios vacíos, quedando el recipiente plenamente colmado.
Aquí es cuando llega la comparación con
la vida: Las piedras son las cosas más importantes, la familia, los hijos, los
amigos, la salud… Los perdigones representan cosas que cuentan, pero algo menos,
la casa, el coche, las vacaciones… La arena será todo lo demás. Las pequeñas
cosas de la que la vida está llena. Si llenamos el frasco primero con la arena,
no habrá espacio para las piedras y los perdigones, o sea, que no hay que
gastar el tiempo y energía en nimiedades, no dejando tiempo para lo esencial.
Por lo tanto, hay que establecer las debidas prioridades, y el resto que sea
arena.
Hijos, ¿Moraleja? Sencillamente que no
importa cuan llena esté nuestra vida, el agua significa que siempre quedará
espacio para compartir con los amigos, para la ayuda mutua amando el prójimo,
para una oración, para tantas y tantas cosas estupendas que son la salsa de la
vida.
Besos y abrazos,