REQUETEBESUCONA
Valladolid 2002
Querida Silvia, presunta abogada, indita de piel
color delicadamente canela, patita rajada, encantadoramente mimosa, tierna,
amable y requetebesucona, que con la maña de la araña me engañas para que te
quiera mucho; más como de sabios es dejarse engañar, aquí me tienes pensando
que no puede haber en el mundo una "yerna" a quien quiera más.
Bruja embaucadora
que gozas del apabullante don de querer y hacerte querer, pero yo soy de Cornón
y a mí no me engañas, pues sobrado sé que no es bueno ser demasiado bueno y en
razón de ello te insulto y te maltrato, pero por supuesto, aclarando esta
cuestión: tú querrás mucho a tu suegro, pero él te quiere más. No se admiten
objeciones no protestas, lo digo yo y sanseacabó y sanseterminó.
Estoy en el balcón echando de menos la compañía y el placer que suponía platicar largo y
tenido con quien sabe lo que hay que decir y cómo decirlo, sumado a esto la
excelsa virtud de saber escuchar.
Oye, pues eso, que vuestra prolongada-breve estancia
entre nosotros no ha estado mal, nada mal, sino todo lo contrario, ha sido una
estupenda ocasión para conocernos mejor.
Ah, soy el nuevo lavavajillas, un abismo, o dos, más
eficaz y menos escrupuloso que los anteriores.
Adiós, con permiso para que me des mil besos, a los
dos os deseo fervientemente salud, suerte y alegría a raudales.