Historias de toda una vida

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sábado, 11 de octubre de 2014

PERPETUAR LA RAZA



PERPETUAR LA RAZA
Valladolid  Octubre de 2001
Queridos hijos: Leo una estadística que sitúa a España a la cabeza de los países del mundo de más bajo índice de natalidad. ¡Vaya lamentable privilegio! O sea, que españoles y españolas han caído en picado en su voluntad procreadora, han perdido la ilusión que gozaban sus padres de ver la casa llena de vidas juveniles.
En opinión de los que conocen el tema, el descenso de la natalidad se debe a dos razones fundamentales; primera, las dificultades económicas, "no tenemos hijos por no poder alimentarlos". No es cierto, no los tienen porque no quieren tenerlos; segunda, un conjunto de motivos que debilitan en hombres, y sobre todo en mujeres, el instinto de maternidad: precariedad en el trabajo con contratos basura, etc. etc. pero no es del todo cierto, porque los que viven nadando en la abundancia  siguen la misma senda, más real que la mujer trabaja y se aleja de casa; la pérdida del freno de orden religioso, puesto que hoy ya nada es pecado, y, por supuesto, la famosa píldora anticonceptiva con la que los cónyuges pueden limitar la descendencia al mínimo: uno, hijo único y mimado.
Ciertamente, adquirir casa, que están por las nubes, coche y el sin fin de necesidades ficticias que la propaganda nos crea se llevan un buen pellizco de los ingresos, pero nosotros, los padres, que en el momento de contraer matrimonio  éramos pobres como ratas, carecíamos de todo, no teníamos nada, sin embargo, en modo alguno limitamos  la descendencia, el número de retoños a la vista está nuestro ejemplo, suman casi igual que todos los vuestros juntos. Pili con su copiosa prole nos libera de esa especie de instinto suicida que supone la falta de descendencia familiar.

Total, y resumiendo, por desgracia no es cierto que cada hijo trae un pan bajo el brazo, pero sí lo es que aunque dan trabajo y preocupaciones, que  el esfuerzo es algo mayor, pero queda compensado con creces con las infinitas alegrías que los hijos proporcionan.
Besos y abrazos