Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

viernes, 28 de enero de 2011

GUISAR BIEN SIN MIRAR PARA QUIEN

 28/01/2011 10:18

Querida Rebeca y demás seres queridos:

Doy por supuesto que sabéis sin el menor asomo de duda que el buen humor, el buen espíritu ante la vida es una eficaz y económica medicina, que el buen carácter una excelente arma para ahuyentar la tristeza y un imán para el optimismo y la alegría. El reverso de la moneda, las personas malhumoradas se castigan a sí mismas, porque sintiéndose mal, les va mal y la vida es demasiado corta para malgastarla con tristezas existiendo la mínima posibilidad de estar contento.

Coincidiréis conmigo en que los beneficios de tomar la vida con humor, que vivir placenteramente son muchos, satisface a todos en cualquier circunstancia, diría que particularmente a los longevos para quienes reír es vital por la razón de que rejuvenece y saca de la cabeza añoranzas y pensamientos taciturnos.
1.      
El humor es un elemento que además de ayudarnos a afrontar la vida nos mueve a reírnos de nosotros mismos no tomándonos demasiado en serio, incluso a tomar un tanto en broma las cosas serias.

Señalaría como obligatorio controlar y mejorar el mal humor porque de sobra se sabe que gran número de ataques cardiacos ocurren en momentos de irritación, desasosiego, de mala uva.

Como aficionado al noble arte de los peroles me gusta la alegría en la cocina, sobradamente sé que no se guisa igual con buen humor que malhumorado. No se hacen bien las cosas con el estado de ánimo descontento.
El buen hacer gastronómico requiere reine en su entorno un ambiente de razonable humor que desestrese, y el cociner@ será más creativo si goza de un carácter alegre y a la hora de trabajar se siente bien, a sus anchas. Actuando “malagusto” y por obligación, únicamente por obligación en arte cocineril no se llega lejos, se ha de guisar bien sin mirar para quien.

El secreto de la buena cocina consiste en sazonar con generosas dosis de estos esenciales condimentos: cariño, tiempo, imaginación, buen humor y, por supuesto, productos de calidad; paciencia, dar tiempo al tiempo, el fuego suave y la cocción lenta ofrecen muchas ventajas. Imaginación innovadora para salir huyendo de la rutina diaria con toque de originalidad. Todo ello acompañado del mejor humor y la salsa del amor, la consideración y el respeto al comensal. Una comida para chuparse los dedos, rica, rica, rica significa que ha sido preparada con cariño y alegría.

         Queridos seres queridos, creerme, reír a más no poder y derrochar humor avivan la inteligencia y alargan y alegran la vida.

                                            Abrazos y besos.

                                                      Félix