Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

martes, 31 de enero de 2012

QUERIDA MARISA, MARAVILLOSA MUCHACHITA

Querido Yayo Félix: Aunque ya te di las gracias telefónicamente cuando tuve el placer de oírte felicitándome, nuevamente te doy las gracias en este Blog que compartimos y aquí está la preciosa carta que me ha llegado al corazón derechita.
Me gusta leer todas esas maravillas que me dedicas, porque me consta que lo tuyo no es mentir, y si tan bonito hablas de mi, algo de razón llevarás.
Gracias miles por tus piropos y por todo ese cariño y buenos deseos que derramas hacia mi familia y hacia mí misma.
Del grandioso desayuno (por alegre y feliz, no por copioso) he extraído esta foto recortando muy a mi pesar a las magníficas personas que han venido a compartirlo conmigo, repitiendo alegre la edad que no escondo porque me honra haber cumplido los que cumplo y espero seguir cumpliendo muchos más y en cada uno de ellos, seguir recibiendo tu felicitación en forma tan bonita como esta.

Te quiero guapísimo.
Mil gracias por existir y seguir respirando.

Marisa Pérez Muñoz

31 de enero de 2012 21:27 QUERIDA MARISA, MARAVILLOSA MUCHACHITA



Valladolid, 31 de enero de 2012


Querida Marisa, maravillosa muchachita, por guapetona e irresistiblemente simpática, si se cumplen mis súplicas será grande, magnífico de verdad este día de tu fiesta cumpleañera, te tirarás de la cama sintiéndote perfectamente bien, llena de la alegría y el optimismo que da saberte rodeada de belleza, felices emociones y bondad, ¿ejemplos? Un esposo que es un hombre  bueno y pacífico al máximo, un ser humano de lo mejorcito; modelo de preciosas hijas, tesoro de belleza, simpatía y amabilidad, y Lucia, angelical criatura que mirarla produce una explosión de emoción y ternura. Por supuesto, están los muchos y grandes amigos para compartir y aumentar las alegrías, porque si un problema compartido es la mitad del problema, la alegría compartida se duplica.

Marisa de mi corazón, verdaderamente estás obligada a ser feliz, lo tienes todo, además de lo ya anotado, el entusiasmo y la generosidad que infunden el júbilo de vivir y por añadidura, vamos a ver, la felicidad está en nuestro interior y gozas de capacidad para abrir de par en par la compuerta de tu alma para que se derrame, dando lugar a la mayor obtención de felicidad para el mayor número de personas, lo que resulta estupendo, porque hacer felices a los demás es hacerse feliz a sí mismo, y en razón de ello te considero merecedora de que ni hoy ni nunca, nada ni nadie perturbe la risueña ilusión de tus sueños dorados.

Marisa, cara guapa, dadas las muchas y favorables circunstancias que nos han amistado tan entrañablemente, espero encuentres perfectamente explicable que me alegre hayas nacido, seas como eres y yo estár aquí deseando te sientas cada día más guapa, más buena y que tu corazón rebose de esa deliciosa sensación que llamamos felicidad.

Abrazos, besos, salud, suerte, alegría y mucho, mucho amor.

                            Félix

domingo, 29 de enero de 2012

NO TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR

Un “NO” en el título, es lo que diferencia tu carta de ayer y de hoy…
¡Bueno! Un NO y diez años y medio.
Lo que significa que uno, a lo largo de la vida puede cambiar de opinión, o que depende de cómo amanezca, uno opina de una manera, de otra o incluso de otra.

Al leer el título de la carta que publiqué ayer, me recordó este que hoy nos ocupa y pensé que podría tratarse de la misma; también recuperada de tus archivos.
Naturalmente lo comprobé y entre los más de 640 archivos de que consta mi arsenal con tus cartas, rebusqué –fácilmente porque los tengo tan ordenaditos y accesibles que te gustaría verlos- y di con esta que hoy publico en la que se te nota menos optimista que en la publicada ayer.
Como ves, casi once años no es nada, cuando se puede volver tan fácilmente la vista atrás.

Besos y abrazos

Marisa Pérez

NO TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR
     29-07-2001-29-01-2012
   

        Queridos hijos: Aquí me tenéis un tanto cabizbajo, concentrado el pensamiento en la idea de que como resultado de la listeza de los médicos la gente vive más y mejor, incluidos los vejetes, pero, lógicamente, el proceso natural del envejecimiento y las taras propias de la edad son inevitables y ahí están latentes en espera del menor motivo para hacerse notar. Que es justo lo que me ha pasado.
La raspa lumbar me ha dado un toque de atención obligándome a mover torcido y encorvado. Pero ¿quién dijo miedo? Mientras haya fulminante, fuego y adelante.
Quiero decir que hay que saber ser viejo y vivir adoptando una actitud valiente y positiva, lleno de esperanza, voluntad, e interés por todo, incluidos los demás, procurando mostrarte lo más paciente, tolerante, coherente y ecuánime posible, con capacidad para observar y distinguir lo que tiene importancia de lo que no la tiene y obrar en consecuencia. Claro, pensaréis, una cosa es predicar y otra dar trigo. Muy cierto, pero no se me podrá acusar de que al menos no lo pretendo.
    En la vejez a medida que el futuro se marchita, el pasado se revaloriza, de ahí el dar en considerar que todo tiempo pasado fue mejor, lo que bien puede no ser cierto, si bien se razona el tiempo verdaderamente mejor es el que va a venir. Y entonces para que el porvenir no se acorte más de lo lógico y natural, he aquí mi plan de acción: mantenerme en actitud placenteramente activa, escribe y escribe cartas y guisotear cotidianamente, lo demás es lo de menos, y lo que sea sonará.
    Hijos, el plan funciona igual para viejos que para jóvenes.
                   

Besos y abrazos

sábado, 28 de enero de 2012

TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR

Sabias enseñanzas querido Yayo Félix… Mañana será otro día

Feliz fin de semana queridos lectores.

Marisa Pérez Muñoz

26 de enero de 2012 12:21   TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR

Queridos seres queridos:

La verdad, para qué callar, en tocante a salud me va fenomenal, pero no quiero entusiasmarme demasiado, porque nunca se sabe teniendo la fecha de caducidad pisándome los talones.
Pues eso, bien metido en la última curva del viaje de mi vida me resulta fácil dar por bueno el nostálgico dicho de Jorge Manrique: “Todo tiempo pasado fue mejor”.

Mi espíritu inclinado al ensueño y la fantasía se deleita movilizando el tiempo hacia atrás, hasta la remota y privilegiada época de mi infancia, adolescencia y juventud y fusionando ilusión y realidad acumulo los imborrables recuerdos a mi medida; desecho los negativos y selecciono lo alegre y optimista, como cuando, a mi parecer, todo en mi entorno irradiaba alegría dado que mi única preocupación era jugar corriendo y saltando, y como vislumbre del paraíso perdido donde se tocaba el cielo con la mano, todo era más grande, más bonito, más emocionante; las cosas tenían otro valor, otro color, otro estilo. Hasta el azul celeste era otro. Todo, también, era más fácil, se vivía noble y alegremente, dando a la nobleza y a la alegría un concepto más amplio, abarcando respeto, tolerancia, generosidad, jovialidad, humildad, humanidad…

A quienes la juventud nos queda groseramente lejos idealizamos el pasado pese a ser tiempos de pobreza, no teníamos nada; nada por nada, nada; nada del verbo nada… Bueno, la verdad desnuda, todo tiempo anterior, si de economía se trata, fue peor, incomparablemente peor. Está meridianamente claro que las ciencias avanzan una barbaridad y en un escaso puñado de años nos ha cambiado la vida, el mundo es otro; en todas las ramas el progreso ha sido espectacular: radio, aviación, fotografía, telefonía, cine, televisión, carrera espacial, automóvil, pasar del burro al coche, del arado romano a la cosechadora…

La madre del cordero está en el usu indebido, en el abuso sin medida de todo cuanto hay dando lugar a los serios problemas de contaminación, del efecto invernadero. Una de las principales causas de emisión de los peligrosos gases es el automóvil, millones sin fin de ellos circulando alocadamente lo envenenan todo, dañando nuestra salud y la de la madre Tierra. Con la contaminación global del planeta, según se asegura, los glaciares y los hielos de los cascos  polares no van a existir y el mar aumentará su  nivel de agua y todo será un auténtico desastre.

Vamos a ver, haciendo un razonable consumo del proceso mental que llamamos reflexión caemos en la cuenta que vivimos en una prosperidad de milagro glorificando el despilfarro, pero expuestos a los vaivenes de la prisa y presos de ambiciones desnortadas, cuanto más se tiene mayor es la voracidad, nada es bastante, o sea, nadamos en la abundancia, pero estresados.

Vosotros, por favor, hacedme el favor de ser felices, que no resulta difícil si aceptáis inteligentemente lo que tenéis, que no es poco. La vida no será la fiesta que deseamos, pero mientras estemos aquí hay que sacarla provecho, porque escuchadme y creedme, la felicidad consiste en desear lo que se tiene.

La consecuencia lógica de quienes son dichosos es ahuyentar, no únicamente al estrés, sino al distrés, estrés agudo, agresivo, perjudicial, causa de todo tipo de problemas físicos y mentales. Al distrés se le combate con el eustrés, el estrés positivo, favorable, aliado del equilibrio, del bienestar, del goce y disfrute de la vida.

                  Abrazos, besos, salud, suerte y alegría.    

sábado, 21 de enero de 2012

EL DON DE LA RESILIENCIA

Vale, sí, eso que dices es “Resiliencia”, aunque me costó entender el título porque pensé que habías equivocado la palabra. Así de inculta y poco letrada soy que no sabía que existía semejante palabra y mucho menos que su significado fuera el que tú dices y “Wikipedia” corrobora.

Sabias palabras las que nos dedicas hoy, muy a tener en cuenta y muy a poner en práctica.

Besazos.

Marisa Pérez

EL DON DE LA RESILIENCIA
Queridos seres queridos:

¿Estáis al loro, al día, enterados de lo que hoy se habla mucho: la resiliencia?
Resiliencia es igual a resistencia, a aguantar con entereza, a capacidad para encajar y superar con valentía, sin tirar la toalla, los golpes bajos que a veces nos da la vida, ¿ejemplo? pérdida de un ser querido, dolores y tristezas, la falta de puesto de trabajo, contrariedades inevitables tales como la crisis, esta época de especiales dificultades en la que a veces parece que todo nos da la espalda y sientes que te vienes abajo. Esa es la resiliencia, un camino a la esperanza, el coraje para afrontar las situaciones difíciles dando muestra de optimismo, la fuerza para sacar con éxito la cabeza del hoyo.
La resiliencia es un don que algunas personas poseen de forma innata, pero también se puede enseñar y aprender. Veamos algunas recetas: relacionarse con los demás de forma empática; ser responsables de nuestros actos, dicho de otro modo, ser auténtico protagonista de la película de nuestra vida; querer para que nos quieran; desarrollar el sentido del humor, con humor las cosas se ven de distinta manera. El optimismo inteligente es sano, eficaz y ayuda a ser felices. Todos buscamos la felicidad, sabemos que existe aunque es difícil dar con ella por no estar a nuestro alcance camuflada por dolores, miedos, odios, pesimismo. El pesimismo no ayuda, el pesimista siempre se queda con lo peor, le falta la esperanza  y ante las dificultades piensa que nada se va a arreglar, que las cosas no tienen solución y no intenta resolverlas. El razonablemente optimista tiene una visión positiva de sí mismo y de la vida, lo que le permite mantenerse en pie de guerra y  nadar contra corriente.
He aquí otras herramientas útiles para plantar cara a penas y  sinsabores saliendo fortalecido, es decir, para desarrollar la resiliencia: mejorar la autoestima; ganas de vivir, la esencia de la vida es vivirla plenamente día a día; pensamientos y sentimientos positivos; convivencia armoniosa con familiares y amigos; la religión, el trabajo, la satisfacción de hacer las cosas bien hechas…
Queridos seres queridos, aún es posible sumar otros eficaces antídotos que ayudan a sobrellevar miedos y angustias combeándose sin romperse, de armarse de valor y fortaleza: fe en sí mismo; esperanza en que por buena o mala que sea la situación, cambiará, lo bueno está por venir, pagar con bien el mal, saber lo que es bueno y hacerlo, algo por qué vivir que convierta nuestra vida en un viaje emocionante, porque lo es, y, por supuesto, tener un padre, abuelo y bisabuelo que os adora.

                      Besos y abrazos.                          

martes, 17 de enero de 2012

SI NO ME LLEVAS A VER EL TREN…

Querido Yayo Félix.
Releyendo y rebuscando entre tus antiguas cartas, me encuentro con esta añeja, escrita hace la friolera de 10 años y vivida hace muchos más de veinte.
Por si no recuerdas la carta (la anécdota me consta que sí)  aquí la pongo a compartir con todos tus lectores.
En cuanto a lo de los estudios, me darás la razón en que una buena carrera nunca fue sinónimo de un buen trabajo, mucho menos en los tiempos que corren y corroen.
Probado queda, que también se labra el buen porvenir aprendiendo y poniendo en práctica un buen oficio, camino que acertadamente tomaron algunos de tus nietos y en este que nos ocupa, además de guapote, hombretón corpulento y magnífica persona, es un muy buen oficial y se gana la vida haciendo lo que le gusta.
Quizás nunca hubiera sido tan feliz quemándose las pestañas delante de aburridos libros de texto, como lo es manejando con maestría sus herramientas.

Abrazos y besos queridos lectores.

Marisa Pérez Muñoz


SI NO ME LLEVAS A VER EL TREN…
Valladolid,  8 de Enero2002

Queridos hijos: He sido, como bien sabéis, un abuelo muy nietero y procurando meterme en su piel y mirándoles desde su altura les he acompañado en juegos, paseos, excursiones a pie, en coche, en tren… lo que en algún modo me hacía regresar al niño que alguna vez fui.
En las horas sin cuento pasadas en su compañía observando sus capacidades innatas fueron para mí una buena fuente de diversión y hasta de aprendizaje. O sea, que aunque somos los padres y abuelos quienes enseñamos, guiamos y educamos, la enseñanza bien puede considerarse mutua, puesto que con frecuencia nos dejan asombrados con sus inteligentes ocurrencias y preguntas. En absoluto me cuesta reconocer que los nietos me han aportado muchas cosas con sus avispadas salidas.

        Cierto es que los niños, como las monedas, tienen dos caras, y así como a veces son maravillosos, otras su conducta hace perder la paciencia, como cuando por ejemplo, por cualquier capricho la organizan, pero orgullosamente señalo que estos míos, fueron críos excepcionales, dóciles y obedientes, en absoluto antojadizos, no recuerdo pataleta alguna exigiendo algo tercamente.
Sí guardo en la memoria el caso de Jorge que por ser excepcional se hizo famoso.
Cierto día por una barrabasada le avisé de que por tal camino no se hacía merecedor de más visitas a la estación a ver pasar los trenes que tanto le apasionaba, porque  él como todos los niños ven en el tren una imagen de aventura. Pues bien, se planto de jarras y muy gallito, sacando el pecho me amenazó: “Pues si tú no me llevas a ver los trenes, yo ya nunca te regalaré nada el día de la madre.”
Por supuesto, cada niño viene al mundo con su carácter único, distinto de cualquier otro y sus actitudes especiales y visibles desde muy pequeños: Rebeca, modosita; Cristina, graciosa; Raquel, por guapa, presumida; Jorge, muy echado para adelante; Javi, un niño consentido y lengüicorto; Raúl brutote; Rodrigo, carácter artístico…

        Los niños son, lo diré así, sabios, y hay que reconocer esos valores, pero en realidad los críos son como una planta que crece y que necesita se le guíe en buena dirección, pero necesita también terreno fértil y adecuado, lo que a nuestros críos no les faltó; además eran avispados, activos, con imaginación y capacidad para el estudio, pero lástima grande que yendo todo sobre ruedas, avanzada la adolescencia, ya con menos contacto con ellos, otras amistades, otras diversiones,   el caso es que ignoro qué circunstancias concurrieron para que  respecto a los estudios Cris, Raquel y Jorge, se negaron en redondo a seguir adelante en su escolaridad, desmoronándose todas las excelentes expectativas, lo que supuso para mi gran decepción que tanto había soñado con brillante futuro para ellos. Por supuesto, su fracaso estudiantil no significa en absoluto que no sean excelentes muchachos y amantes del trabajo, lo que no es poco.

                                               Besos y abrazos

viernes, 6 de enero de 2012

NONAGENARIO

¡¡¡FELICIDADES YAYO FÉLIX!!!

ESTAS SON LAS MAÑANITAS
QUE CANTABA EL REY DAVID
A LOS ABUELOS VALIENTES
TE LAS CANTAMOS  ASÍ.

DESPIERTA FÉLIX DESPIERTA
MIRA QUE YA AMANECIÓ,
YA LOS PAJARITOS CANTAN
LA LUNA YA SE METIÓ.

QUE LINDA ESTÁ LA MAÑANA
EN QUE VENGO A SALUDARTE
VENIMOS TODOS CON GUSTO
Y PLACER A FELICITARTE.

EL DÍA EN QUE TU NACISTE
NACIERON TODAS LAS FLORES
Y EN LA PILA DEL BAUTISMO
CANTARON LOS RUISEÑORES.

YA VIENE AMANECIENDO
YA LA LUZ DEL DÍA NOS DIO
LEVÁNTATE DE MAÑANA
MIRA QUE YA AMANECIÓ.

Querido yayo Félix:
Hoy que se cumple un sueño, hoy que llegas a la maravillosa edad de noventa eneros en plenas facultades mentales. Sabiendo lo que quieres, sabiendo a quienes quieres y quiénes son los que te quieren.
No cabe duda que eres sumamente privilegiado a más de merecedor de grandes felicitaciones.
Cierto que en tu vida han habido  momentos maravillosos y otros que por no serlo, borraste voluntariamente de tu memoria; pues hasta en eso tienes suerte.
Vives rodeado de todos a los que amas y eso también es un privilegio.
Quiero desearte toda la felicidad del mundo porque lo mereces. Porque eres el yayo Félix más guapo, rechulo  y bueno; y aunque un poquito gruñón -¿quién no lo es?-  es un placer tenerte como yayo y recibir tus cartas.
Que seas muy feliz en tu día y que cumplas muchísimos más.
Te quiero guapo.

6 de enero de 2012 00:14    Nonagenario.
Valladolid 6 de enero 2012
Queridos seres queridos:

Soy nonagenario, en el día de hoy cumplo mis noventa años de vida gozando del privilegio de un buen estado de salud, tal que  mi físico lozano parece sugerir que todavía tengo cuerda para algún tiempo más. Estupendo, pero cuento con otro valioso motivo para celebrar mis muchos años ilusionado y feliz: vuestro desbordante cariño y simpatía a mi favor, que son como una llama que da luz y calor a mi existencia.

En el largo viaje de mi vida ha habido de todo; días de gloria, sueños, ilusiones hechas realidad… y de todo lo demás, esto es, alguna que otra pena y tristeza, pero problemas arrojados al saco de los olvidos, porque lo que realmente cuenta, lo mejor de mi vida han sido, son y serán siempre mis hijos, mis buenos hijos, los excelentes hijos de mis hijos, y los hijos de estos: mi flamante y maravilloso bisnieto. Me produce tierna emoción saber que viviendo rectamente y gozando de salud robusta no les falta su ración diaria de  alegría e ilusión, y son felices con una felicidad ligera y sencilla.

La ventaja de celebrar tantos cumpleaños que alucinan, es que a medida que acumulas años y más años, eres cada vez más consciente de lo bonita que es la vida,  apreciar el día a día y celebrar el cumpledías más que el cumpleaños, y, sobre todo, no llenar la vida de años, sino  los años de vida.  Es decir,  estar vivito y coleando para dar y recibir cariño. Nacemos para querer y ser queridos, para compartir emociones, ilusiones, sueños, esperanzas, aventuras, experiencias…

¡Noventa años! Me parece mentira, pero aquí estoy iniciando una nueva etapa de mi vida en la que espero que no me falte la magia de la fe, la esperanza y el entusiasmo que me impulsen a vivir jovial, optimistamente, y con todas las ventanas del alma abierta para saber ver los pequeños milagros de la vida diaria, y, vamos a ver, con la conciencia tranquila tener risueñas ilusiones y felices sueños.

Queridos seres queridos, vuestro cariño y deseos de hacerme la vida fácil y cómoda me hacen feliz, y dado que sois todo para mí, el amor es recíproco, lo mejor que nos puede suceder, porque los corazones que saben amar siempre son jóvenes.

Besos y abrazos del padre, abuelo y  bisabuelo.


                                                    Félix.

jueves, 5 de enero de 2012

NOCHE DE REYES MELCHOR, GASPAR Y BALTASAR


Leo esta actual carta escrita en tu más profunda intimidad hace justamente 10 añitos y aquí la tenemos para disfrutarla justo antes del gran día.

Besos, abrazos y… dulces sueños.

 NOCHE DE REYES
MELCHOR, GASPAR Y BALTASAR

 Valladolid 5 de Enero de 2002


Queridos hijos: Conservo fresco en la memoria la emoción de la noche de Reyes de mis noches infantiles; mi santo por añadidura: Me veo corriendo hacía los zapatos colocados al pie de la ventana, en los que invariablemente encontraba una peseta, un puñado de castañas y unas alpargatas nuevas. Eran años de pobreza y los regalos eran humildes y escasos, pero la ilusión que despertaban era grande. Cuestión de la fuerza de la magia, capaz de introducirnos en el feliz país de los sueños.

        De los juguetes aquellos: “moñas” de tela confeccionadas por las madres, pelotas de papel forradas de trapo, soldaditos de plomo.
De aquellos trenes -una caja de cartón arrastrada con una cuerda- a las muñecas actuales que “hacen de todo”, los trenes eléctricos a escala y toda esa infinita escala de juguetes caros, el cambio es grande, pero sin posible duda: los Reyes Magos de hoy como los de ayer y los de siempre son un maravilloso derroche de amor, de fantasía y de gozo.

No estaría nada mal, nada mal realmente, dar una patada en el culo, que les duela que bien merecida la tienen, esa gente de mente obtusa y ojos opacos que al no creer más que en lo que ven y tocan, quieren arrebatar a los niños la gran ilusión, asegurando que los reyes son el Corte Ingles y los magos los padres.

        Los Magos, Reyes de los niños y de los juguetes, por entero santos de mi devoción, existen, han existido y existirán siempre; No creer en ellos es como no creer en las hadas ¡Cosa tan triste¡ Cierto que hay tanta belleza como leyenda en cuanto concierne a este tipo de caminantes fervorosos, sabios y poderosos que se enaltecieron para siempre humillándose ante El Niño Dios.

        Yo, no faltaba más, por el fino detalle de dejarme en los zapatos de mis padres como REGALO… En día tan especial, creo a pies juntillas en todos los prodigios que tienen lugar durante su largo peregrinaje, empezando por destacar el detalle de la estrella que estalló en el firmamento para que como flor de luz cumpliera la misión de guiarlos hasta Belén de Judea, desde Oriente, sin que Herodes lograra engañarles.

        De los Reyes Magos, por la delicada deferencia, por la  amable consideración que tuvieron con Jesús – Niño ofreciéndole oro, incienso y mirra- por llenar de ilusión y fantasía los corazones de los pequeñajos y por lo que hicieron conmigo, soy y seré siempre humilde y rendido admirador de sus vidas, tales como sus nombres originales: Melichor, Gathaspa y Bithiserea, así como sus edades en el momento de su visita a la Sagrada Familia: Melchor contaba con sesenta años; Gaspar, recientemente había cumplido los cuarenta; Baltasar, el más joven y se dice que también el más rico, apenas veinte abriles, un crío.
También conozco de buena fuente su final feliz. Bautizados por Santo Tomás, evangelizaron tierras de la India. Al trasladarse sus almas de este mundo al otro que está detrás de éste, sus cuerpos fueron llevados a Constantinopla, para reposar hoy en el mismo sarcófago en la catedral de Colonia.

        Hijos, que los fábulos Reyes Magos, como hacen con los niños, llenen vuestras mentes y corazones de mágicos y felices sueños.

                                                            Besos y abrazos

lunes, 2 de enero de 2012

EL MEJOR REGALO

Ya veo que comienzas el año “manduquiando” y ordenando, sin darte cuenta que lo que dices no es del todo cierto.
¿Puede un escritor prescindir de su pluma? ¿Puede un tragoncete prescindir de un plato lleno de comida? ¿Puede un noble anciano prescindir de su bastón, sus babuchas, su bufanda…? ¿Puede celebrar noventa años y no tener ni un sólo regalo que llevarse a los ojillos llorosos de emoción? ¿Hay cosa más bonita que recibir obsequios sin esperar ni pedir nada?
¿Hay cosa más hermosa que agradecerlos de corazón?

Tranquilo, que año nuevo vida nueva… casi. Haré lo mismo que tú: no hacerte caso… Y sí hacértelo, porque pienso enviarte muuuuuuuuchísimo cariño en ese día tan especial.
Besos y abrazos gordotes.


EL MEJOR REGALO               2 de enero de 2012 09:20

Queridos seres queridos:

La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad:
Lo tengo todo, no necesito nada: Es decir, para vivir ya necesito poco, y ese poco lo necesito tan poco que puedo prescindir de ello perfectamente.
¿Qué quiero decir con esto?
Que para mi nonagenario cumpleaños  el mejor regalo que me podéis hacer es no regalarme nada.
Por favor, hacerme feliz, nada de regalos.

Besos y abrazos.