Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

sábado, 12 de abril de 2014

TODA UNA UTOPÍA



TODA UNA UTOPÍA
Melilla, 12 de Abril de 2001

M´ija en breve adorable esmirriadita:
Sobradamente sabéis que en absoluto soy trasnochador, en cuantito oscurece ya estoy soñando con  agarrar la cama,   consecuentemente lo mío es madrugar, no me pierdo el nacimiento de cada nuevo día.   Por cierto hoy ha amanecido con el horizonte velado por una bruma algodonosa que difuminaba la visión de las cosas, pero herida por el sol naciente rápidamente se ha desvanecido.
Temprano me he sentado en la terraza disfrutando del solillo que tibio y acariciador  lamía mi cara  y  mis manos. Ensimismado, metido en hondas ensoñaciones fantaseo con una ilusión levemente irreal, toda una utopía. Verás  lo que ha pasado por mi cabeza: pienso que la vida, bien considerado, no es vegetar, que vivir debiera ser saltarse a la torera la realidad e intentar hacer posible lo imposible. Me explico, si puedo: si hoy, Jueves Santo. Día de la Fraternidad y del amor, se me hiciera  visible un portentoso mago –Dios, Alá, Jehová... -, y se ofreciese a concederme un deseo, lo que iba a pedir sería que de pronto a los seres humanos nos brotasen alas en el corazón para volar hacia los demás, esto es, capacidad para mirar al prójimo con ojos alegres, benevolentes, hasta con cariño para que de este modo fuésemos todos perfectamente felices.

Será difícil, por no considerarlo imposible, pero ¿a qué sería bonito se hiciese realidad el prodigio tal como lo he imaginado?


Con todo el cariño del corazón con alas de tu apá