Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

martes, 11 de octubre de 2011

FELIZ OTOÑO

Tras el periodo vacacional –o simplemente de asueto escritoril- regresas hoy más romántico que un quinceño; por eso, he rebuscado esos rincones que describes para documentar tu hermosa carta otoñal.

Besazos y naturalmente también para ti, feliz otoño guapo.

Feliz otoño     10 de octubre de 2011 10:21  

Queridos seres queridos:

El verano ya pasó, pero el clima de ayer tarde era espléndido y aunque paso a pasito no he podido resistir la tentación de dar una vuelta por el Campo Grande, histórico jardín romántico, sonrisa de Valladolid, verdadero pulmón que limpia el aire y nos da el oxígeno que respiramos y, en alguna medida, también es el corazón de la ciudad y en calidad de tal está ubicado en la zona más céntrica.

Pues bueno, como bien sabéis el gran parque significa mucho en mi vida, me siento unido a él con una relación personal muy especial en razón, entre otras cosas, de mantener lazos de magnífica amistad con el personal, jefe y jardineros, lo que me ha permitido gozar de un privilegio que me ilusionaba: señalar significativamente importantes acontecimientos familiares, por ejemplo, en ocasión de la 1ª Comunión de Rebeca llenos de entusiasmo y a modo de pequeño monumento compramos y plantamos con nuestras propias manos un roble americano; el de Cristina fue un sauce piramidal; de Raquel un tilo; un sauce llorón de Jorge,  Javi una secuoya, dos abedules de Raúl y Fernando, María un aliso, Marina una sabina.

Para las personas sensibles a los encantos de la naturaleza cualquier estación del año es lugar ideal para con espíritu festivo, relajada y tranquilamente recorrer sus sombreadas avenidas y sus poéticos rincones, pero la visita resultará aún más placentera en otoño, cuando la madre naturaleza saca la cabeza mostrando su esplendor con la explosión de colores. Alucina la amplia gama, pues la vegetación al final del ciclo las hojas van pasando del dorado al rojo, al amarillo, al ocre…Verdaderamente vale la pena gozar del espectáculo tan lleno de belleza y alegría que transmite sosiego y sensación de bienestar.

Como para Madrid el Retiro para Valladolid el Campo Grande, una mezcla de jardín y bosque con tan amplia y variada  arbolada que puede considerar punto menos que jardín botánico, y como nobleza obliga al ser íntimo y entrañable amigo del Campo Grande debo, y así lo hago, conocer el nombre y la ubicación de todos y cada una de los árboles que lo pueblan: catalpas, aliantus, macluras, árbol del amor, sóforas, fotineas, magnolios, cedros, olmos, encinas, arces, abetos, pinsapos…
 Despaciosamente -mis extremidades inferiores no admiten prisas- me he movido en todas las direcciones visitando los lugares más interesantes y cuando el cuerpo que ha exigido reposo me he sentado al borde del lago rodeado de pavos reales, cisnes, gansos, patos, palomas, gorriones…y disfrutando del parque jardín vestido de otoño que nunca ofrece tantos matices y he dado en  considerar que a nuestros maravillosos amigos los árboles los debemos respeto, admiración y gratitud por darnos belleza, paz, silencio, por hacernos la vida más amable.

Quedaron atrás los sofocantes calorones, llega el frío, qué alegría. ¡Feliz otoño!

Queridos seres queridos, quiero veros sanos, felices y que nadie ni nada perturbe la ilusión de que se hagan realidad vuestros sueños dorados.

                         Besos y abrazos,

                                 Félix