Historias de toda una vida

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martes, 24 de junio de 2014

LA NOCHE DE SAN JUAN



LA NOCHE DE SAN JUAN
Melilla 24 de Junio de 2001
M’ija, te cuento: En noche lujuriosa de verano Melilla eufórica ha acudido a la playa en masa a celebrar en la primera noche de San Juan del siglo XXI el rito ancestral de la fogata, que aquí, como en casi todos los lugares, ha quedado reducida a una fiesta para los ojos, pasiva, se trata únicamente de asistir a la quema de una falla y el castillo de fuegos artificiales. Pirotecnia que a nosotros desde la terraza no le ha faltado su pizca de emoción, puesto que los estampidos de los cohetería dibujando palmeras evanescentes encima mismo de nuestras cabezas.
Yo he llevado siempre a los nietos a la fiesta de la utopía efímera acercándonos lo más posible al lugar del espectáculo, pero nunca había asistido tan a lo vivo y directo como anoche, que nos hallábamos metidos literalmente entre las estrellas de colores.

Yo también he sido joven y la mágica noche de San Juan, llena de bullicio y animación, cargada de emoción y nostalgias, la conservo viva en la memoria como una incitante fiesta al aire libre con baile, saltos, cantes y olor a pólvora  festiva.
Disfrutábamos a lo grande la algarabía  de las llamas y cumplíamos con la tradición saltando sobre la hoguera chisporroteante. Esto en cuanto a los mozos, las mocitas casaderas, cantando “a buscar el trébol, el trébol...” se llegaban al prado en busca de un trébol de cuatro hojas que guardaban como amuleto de la suerte.

Aquí resulta típico acercarse al mar y mojarse los pies para atraer beneficios. Rocío y María también lo hicieron, yo no, porque desear más suerte de la que tengo resultaría pecaminoso. La relación entre el Santo y el agua viene motivada por haber sido el que bautizó en el Jordán a Jesús.

Si en mis mocedades, por la seducción que ejercían el fuego y la noche, pasaba el año recogiendo enseres y trastes viejos para la pira, ahora que ya no quemo sillas ni mesas en desuso, al menos imaginativamente, quemaré los malos recuerdos, ¿te parece bien, mal o regular?

Abrazos de  tu padre