Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

viernes, 6 de enero de 2012

NONAGENARIO

¡¡¡FELICIDADES YAYO FÉLIX!!!

ESTAS SON LAS MAÑANITAS
QUE CANTABA EL REY DAVID
A LOS ABUELOS VALIENTES
TE LAS CANTAMOS  ASÍ.

DESPIERTA FÉLIX DESPIERTA
MIRA QUE YA AMANECIÓ,
YA LOS PAJARITOS CANTAN
LA LUNA YA SE METIÓ.

QUE LINDA ESTÁ LA MAÑANA
EN QUE VENGO A SALUDARTE
VENIMOS TODOS CON GUSTO
Y PLACER A FELICITARTE.

EL DÍA EN QUE TU NACISTE
NACIERON TODAS LAS FLORES
Y EN LA PILA DEL BAUTISMO
CANTARON LOS RUISEÑORES.

YA VIENE AMANECIENDO
YA LA LUZ DEL DÍA NOS DIO
LEVÁNTATE DE MAÑANA
MIRA QUE YA AMANECIÓ.

Querido yayo Félix:
Hoy que se cumple un sueño, hoy que llegas a la maravillosa edad de noventa eneros en plenas facultades mentales. Sabiendo lo que quieres, sabiendo a quienes quieres y quiénes son los que te quieren.
No cabe duda que eres sumamente privilegiado a más de merecedor de grandes felicitaciones.
Cierto que en tu vida han habido  momentos maravillosos y otros que por no serlo, borraste voluntariamente de tu memoria; pues hasta en eso tienes suerte.
Vives rodeado de todos a los que amas y eso también es un privilegio.
Quiero desearte toda la felicidad del mundo porque lo mereces. Porque eres el yayo Félix más guapo, rechulo  y bueno; y aunque un poquito gruñón -¿quién no lo es?-  es un placer tenerte como yayo y recibir tus cartas.
Que seas muy feliz en tu día y que cumplas muchísimos más.
Te quiero guapo.

6 de enero de 2012 00:14    Nonagenario.
Valladolid 6 de enero 2012
Queridos seres queridos:

Soy nonagenario, en el día de hoy cumplo mis noventa años de vida gozando del privilegio de un buen estado de salud, tal que  mi físico lozano parece sugerir que todavía tengo cuerda para algún tiempo más. Estupendo, pero cuento con otro valioso motivo para celebrar mis muchos años ilusionado y feliz: vuestro desbordante cariño y simpatía a mi favor, que son como una llama que da luz y calor a mi existencia.

En el largo viaje de mi vida ha habido de todo; días de gloria, sueños, ilusiones hechas realidad… y de todo lo demás, esto es, alguna que otra pena y tristeza, pero problemas arrojados al saco de los olvidos, porque lo que realmente cuenta, lo mejor de mi vida han sido, son y serán siempre mis hijos, mis buenos hijos, los excelentes hijos de mis hijos, y los hijos de estos: mi flamante y maravilloso bisnieto. Me produce tierna emoción saber que viviendo rectamente y gozando de salud robusta no les falta su ración diaria de  alegría e ilusión, y son felices con una felicidad ligera y sencilla.

La ventaja de celebrar tantos cumpleaños que alucinan, es que a medida que acumulas años y más años, eres cada vez más consciente de lo bonita que es la vida,  apreciar el día a día y celebrar el cumpledías más que el cumpleaños, y, sobre todo, no llenar la vida de años, sino  los años de vida.  Es decir,  estar vivito y coleando para dar y recibir cariño. Nacemos para querer y ser queridos, para compartir emociones, ilusiones, sueños, esperanzas, aventuras, experiencias…

¡Noventa años! Me parece mentira, pero aquí estoy iniciando una nueva etapa de mi vida en la que espero que no me falte la magia de la fe, la esperanza y el entusiasmo que me impulsen a vivir jovial, optimistamente, y con todas las ventanas del alma abierta para saber ver los pequeños milagros de la vida diaria, y, vamos a ver, con la conciencia tranquila tener risueñas ilusiones y felices sueños.

Queridos seres queridos, vuestro cariño y deseos de hacerme la vida fácil y cómoda me hacen feliz, y dado que sois todo para mí, el amor es recíproco, lo mejor que nos puede suceder, porque los corazones que saben amar siempre son jóvenes.

Besos y abrazos del padre, abuelo y  bisabuelo.


                                                    Félix.