Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

miércoles, 16 de noviembre de 2011

TERTULIAS DEL CORAZÓN

"Así sea"
Tertulias del corazón, los hígados, los riñones, los intestinos… porque hasta las tripas se revuelven al ver y oír según qué cosas.

Tras leer tu carta de hoy, no podría estar más de acuerdo contigo, por eso corrí (sin moverme del sillón) a “fabricar” –con ayuda de internet- la foto que pongo en portada.
Imagino que tú, también estarás de acuerdo en que “nadie” ve este tipo de “BOCHORNOGRAMAS”, pero por arte de magia, todo el mundo opinamos sobre ellos y hasta nos sabemos casi hasta la última coma de lo que emiten y quienes son sus personajes.
“Hay que verlo, aunque sólo sea para poder opinar sobre ello”; cuando lo deseable sería poder opinar sobre algo creativo, edificante, educativo, entretenido… ¿Existe hoy algo así? Quizás, pero podría asegurar que los niveles de audiencia bajarían mucho más rápido que se expande una gota de jabón sobre el agua grasosa del fregadero... y sin necesidad de “Fairy”, ya que hablamos de Tele, hagamos publicidad.
Por lo demás, “Siempre nos queda la opción de un buen libro”.

Besotes de los grandes y achuchables.

Marisa Pérez

 TERTULIAS DEL CORAZÓN  16 de noviembre de 2011 10:25  

Queridos seres queridos:

Pues nada, que le tele y yo nos gustamos de poco a nada, y si no nos entendemos ¿Qué puedo hacer? Zappear, hacer zapping, cambiar reiteradamente de canal, y una de estas caigo en una de esas tertulias del corazón (sin corazón), también llamadas telebasura en las que algún tipo patético se considera la divina garza porque en pie de guerra, con el sentido de la contradicción bien desarrollado, incordiando, polemizando con descaro y vulgaridad, en el colmo del descaro y la desfachatez de la noche a la mañana gana fama, mala fama, pero bien pagada.

Sirva de ejemplo la renombrada Belén, elegida “princesa del pueblo” por el supremo mérito de haber sido la mujer de un torero, u otra que tal baila, la zorrilla de moral distraída que cuenta el día que se metió en la cama de un famoso, o esos individuos que se embolsan grandes cantidades de dinero aireando a los cuatro vientos adicciones, miserias, vulnerando secretas intimidades propias y ajenas.

No entiendo, ni siquiera lo justo, a los responsables de fabricar televisión basura programando de antemano espacios antieducativos con lenguaje rayano a lo soez, funcionando como una selva: todos contra todos sin reglas ni respeto, sin nobleza ni elegancia; sin escuchar primero sacan la cresta y a cacarear soltando el freno de la lengua sin pensar lo que se dice, porque se trata de gritar más, de ser más agresivo, de interrumpir, de sacar las cosa de quicio exagerando, ofendiendo, escandalizando. Eligiendo los tertulianos por su capacidad provocativa, seleccionando lo peor, cuanto más morbo y polémica mejor, esto es, cuanto peor, mejor.

Bien parece que espacios tan deleznables que nada tienen que ver con una televisión razonable y útil debiera ser vista por un número mínimo de personas, pero venden mucho, resultan muy del agrado de los consumidores de manera tal que resultan espacios de máxima audiencia. Consecuentemente, con audiencia hay espectáculo y propaganda,  esto es, dinero y en razón de ello esa televisión goza de días de gloria, todo les sale bien.

Sería bonito y deseable que en vez de sacar a la luz esa tele de ambiente belicoso, insidioso, provocador  con cataratas de insultos  y descalificaciones, brindasen a la audiencia espacios televisivos de otro estilo, más humanos, más creativos, respetuosos y edificantes, con mensajes de emociones divertidas, con toques de inteligencia divulgadores de cultura, programas que presenta la vida como una cosa graciosa y divertida… Pero, claro, existe la maravillosa y democrática libertad de expresión, aunque, por supuesto, todo tiene su límite.

En fin, tendrá que ser así, y justo es que tengamos la televisión que  merecemos.

                        Besos y abrazos. 

                               Félix