Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

sábado, 1 de marzo de 2014

SUEÑOS AGRADABLES



SUEÑOS AGRADABLES
Valladolid 27-01-2005  

Queridos hijos: Anoche, contra mi costumbre, vi una película desagradable y violenta que me afectó y no dormí bien, desperté varias veces sobresaltado, con pesadillas provocadas por no recuerdo que situaciones de peligro y acusaciones injustas. Total que después de varios intentos de pretender soñar con los angelitos recurriendo al eficaz incitador recurso de contar ovejas sin éxito, completamente desvelado, me senté en la cama, encendí la luz y di en cavilar en lo esencial que es el sueño para la vida, tanto como la manducatoria, tanto es así que hemos de dedicar un tercio de la vida a planchar oreja, con sueños cada noche, unos agradables y otros no tanto, por lo que importa extraordinariamente procurar los primeros y alejar los segundos.

Bueno será, pues, incluso muy bueno, seguir al pie de la letra las reglas del arte del buen dormir: conciencia tranquila, pensamientos limpios, estomago contento con buenas digestiones, humor alegre, ambiente grato, o sea, con el cuerpo y la mente sanos los sueños tranquilos y lisonjeros están asegurados.

No es pues, preciso mucho “talento en el celebro” para tratar de evitar  todo aquello que trastorne el sueño y los sueños, tal como la ansiedad, angustia, nervios, estrés, situaciones ingratas, salud deteriorada, cenas excesivas, porque ya lo dice el refrán, “Días tormentosos, noches agitadas”, y referido a las cenalitonas el refranero aún va más lejos, “De grandes cenas están las sepulturas llenas”. Seguro que después de oír esto nadie se permitirá el lujo de discrepar de que si un hartazgo antes de meter los pies en la cama puede quitar la vida, como no quitará el sueño.

        Hijos, total y resumiendo, con la salud y las buenas costumbres alteradas la imaginación se alborota igualmente llevando a uno donde no quiere para encontrar lo que no quiere.

        Besos y abrazos