HIJOS, SALUD Y BUEN
PROVECHO
Valladolid 20 Diciembre 2001
Queridos hijos: Se dice
que la fiesta hace la comida, así como la comida hace la fiesta, y en esta
relación entre comida y celebración, se lleva la palma la Navidad que se impone el
exceso como norma, encuentro pintiparado tocar un tema que, profundamente en
serio, los médicos de medio mundo están aconsejando como el modelo óptimo, como
lo más ventajoso para gozar de buena salud, la dieta mediterránea. ¿Razones?
Muchas: afecta benéficamente a la inteligencia, a la memoria, a la agudeza
intelectual, al estado de ánimo, al corazón… Con la dieta mediterránea se
evitan muy señaladamente los problemas cardiacos, determinados tipos de cáncer,
se retrasa la demencia senil y el Alzheimer, alivia algunas enfermedades
crónicas como la diabetes. Y por si todo esto fuese poco, las personas que
siguen la dieta tienen, a juzgar por las estadísticas, una de las esperanzas de
vida más largas del mundo.
La dieta mediterránea
recomienda más mesa y más cocina, o séase, un estilo de vida en el que las
comidas sean fuente de alegría, de placer y de comunicación entre las personas.
Dicho de otro modo, todo lo contrario de la hamburguesa que se come deprisa y
corriendo apoyado en el mostrador.
Siempre que sea posible no se ha de escatimar
tiempo ni cariño para preparar los platos ni para disfrutarlos. A estos
detalles hay de sumarse la risa, el buen humor y el ejercicio físico,
considerados otros de los importantísimos ingredientes en el estilo de vida de
esta dieta, tan significativos como la misma calidad de los alimentos.
Resumiendo: si queréis estar sanos, ser
felices y ahorrar dinero, lo tenéis claro, estudiar con máximo interés la
pirámide de la dieta mediterránea y seguirla fielmente. Resulta fácil por la
gran variedad de ingredientes y lo agradable de su sabor: aceite de oliva que
sube el colesterol bueno y baja el malo; las frutas, la uva negra como
anticancerígeno; los vegetales crudos, lechuga, tomate, zanahorias, cebolla,
ajo… Frutos secos que se han de consumir con comedimiento y regularidad; las
guindillas y los chiles por sus propiedades estomacales, el vino tinto,
excelente ingrediente, tomado, por supuesto, con moderación…
Besos y abrazos