SER ABUELO NO TE HACE VIEJO
Valladolid
Queridos hijos: Conozco sesentones que no les va ser
abuelos, por algún conflicto interno les resulta difícil asumir el noble papel.
Parece ser que experimentan cierta sensación de decadencia, o sea, que ingresan
en la tercera edad.
Siento por ellos, no saben lo que se pierden, porque la
experiencia de convertirse en abuelo, esa nueva etapa de un momento vital, la
oportunidad de disfrutar de los hijos de los hijos, y recordar los buenos
tiempos de la niñez y el renacimiento de
ilusiones ya dormidas.
Personalmente he de decir que me ha resultado plenamente
satisfactorio. La estrecha relación con ellos me brindó la oportunidad de
disfrutar sin fin de vivencias enriquecedoras: incontables momentos tiernos y
emocionantes en que cómodos y confiados se quedaban dormidos en tus brazos,
estar a su lado a la hora de pronunciar las primeras palabras, dar los primeros
pasos, etc., etc., etc. Más diré en alguna medida, gozar de otros puntos de
vista, y en alguna medida con otra forma de vida. Por poner un ejemplo: en vez
de pasar los días en la cantina manoseando naipes y bebiendo vino, jugando con
los nietos. Por supuesto ser abuelo hoy también cuenta el cambiazo que han dado
las costumbres; Si a mi madre le insinuamos que actuase de canguro cambiando
pañales, comprar y guisar o pasear a los críos hubiera rodado por el suelo de
risa.
Como está en razón a mis nietos les he dado todo lo que
ha estado en mi mano, por ejemplo, concederles tiempo para la alegría, para las
vivencias y recuerdos que quedasen impresos en sus mentes; pero tan
privilegiadas eran las relaciones que les doy muchas y grandes gracias porque
ellos me han dado infinitamente más.