Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

miércoles, 26 de febrero de 2014

BUENA SALUD FÍSICA Y PSÍQUICA


BUENA SALUD FÍSICA Y PSÍQUICA

Valladolid 30-9-2003

 Queridos hijos: Con el soplo cardiaco de vuestra progenitora digo que sería estupendo tomásemos profundamente en serio la advertencia hecha de que para gozar de buena salud física y psíquica es obligado  vivir con calma, en familiar armonía y perfecta unidad ya que sabemos, !vaya si sabemos! que irradiar alegría es el mejor tónico y vigorizante, así como que la risa es un don de Dios que cura, pero no somos lógicos ni consecuentes y lo olvidamos, viviendo a veces, no pocas veces, como alacranes, agrios, quisquillosos, excitables y avinagrados, sin tomar en cuenta para nada que la salud y la belicosidad son cosas incompatibles. Los estallidos de ira  y rencor, la hostilidad, el estrés, las emociones negativas, los nervios desatados y los gritos hacen estragos, son funestos, veneno puro que calcifican y taponan peligrosamente las arterias y en razón de ello se eleva el nivel de colesterol en la sangre, se dispara la tensión sanguínea...desarrollando afecciones cardiacas y muertes prematuras.

 

No vale camuflarse tras los demás  acusando al prójimo de ser culpable de los propios problemas. Nuestro es el corazón y somos responsables de mantenerlo sano y feliz viviendo en relaciones plenas y gratificantes con todo el mundo, especialmente con familiares y amigos. La salud y la longevidad dependen en gran medida de algo tan sencillo y razonable como vivir y dejar vivir descansados y gozosos. Las buenas relaciones son la mejor medicina, algo que no ignoramos, con todo, no le damos el relieve que merece porque somos superlativamente reacios a admitir que el riesgo existe hasta que las cosas adquieren dimensiones dramáticas, jugándonos entonces nada más y nada menos que la vida. Claro, pues, como el agua pura que ante todo y sobre todo merece la pena  procurar ser felices y vivir contentos.

 

Hijos, recoger las expresiones de cariño y simpatía de vuestro padre que os abraza y os besa.