Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

lunes, 5 de noviembre de 2012

EL VIENTO DEL OLVIDO





http://www.wikisaber.es/comunidadwiki/blogs/blogpost.aspx?id=3384&blogid=4250
Bueno, pues rebuscando para publicar cartas que hablen del otoño, he encontrado esta que bien podría ser el comienzo del principio (o al revés) y me ha parecido interesante su contenido. ¿A ti tambien te lo parece? Seguro que sí porque tu merito la escribiste hace once añitos de bellón.
Sigo escudriñando entre tus cartas para continuar publicando una al día.
Hoy te mando besos y abrazos, con algún que otro apapacho y achuchón.

Marisa Pérez Muñoz

EL VIENTO DEL OLVIDO

Valladolid 12 Noviembre de 2001

       Queridos hijos: Lo digo con sentimiento,  entre Cervantes y yo las diferencias son notorias, nos parecemos en lo mínimo, no estuve en la batalla de Lepanto, ni soy manco, tampoco he estado cautivo en tierras moriscas, no nací en Alcalá de Henares y sobre todo carezco de su portentoso talento. Lo único que tenemos en común es la condición humana, que los dos hemos residido en Valladolid y la coincidencia en el nombre de su inmortal personaje: Alonso Quijano.
      Lo que quiero decir es que para él escribir le resulta tan fácil como beber un baso de agua. Tomaba la pluma y hala, todo seguido con resultado maravilloso, esto es, como a mí, pero al revés, que para escribir una carta con poca o ninguna gracia tengo que exprimir al máximo el coco.

Lo que si se puede asegurar es que no me falta atrevimiento y paciencia, porque pese a ello escribo cartas y más cartas que no son leídas, pero a mi me dan cierta tranquilidad y alegría. Con ellas pretendo mantener vivos ciertos recuerdos; ellas son en alguna medida mi asidero, prueban que las personas y los hechos tuvieron lugar, algo que no deja de tener interés porque lo que se olvida es como si no hubiera tenido lugar, en cambio recordándolo es como vivirlo dos veces. O sea que escribo para revivir momentos de mi vida, para definir mi identidad, para crea mi humilde leyenda, digamos que para bordar el tapiz de mi vida. Gracias a las cartas resucito a mis padres, abuelos y amigos. Las cartas intentan vencer la fugacidad de la vida atrapando acontecimientos antes de que se desvanezcan arrastrados por el viento del olvido, porque ya se sabe que es propio de los abuelos que se abra en las recordaderas un vacío negro por donde se cuela lo grabado en la mente sin dejar huella.
      Hijos, pretendo al menos escribir como soy, que lo que digo sea una prolongación de mí persona, de mis ideas, de mis sentimientos
  
                                                             Besos,besos,besos.smuac,smuac,smuac.