Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

martes, 29 de abril de 2014

COEFICIENTE EMOCIONAL



COEFICIENTE EMOCIONAL

Melilla 29 de Abril de 2001
Querida hija, madre de cuatro:
Perfectamente lógico que me interese por todo lo relacionado con el colegio de Rocío y que le eche de cuando en cuando un ojito. Verdad de la buena que es un estupendo cole, dotado de unas instalaciones amplias y modernas, con los requisitos para que los alumnos se sientan cómodos y, sin duda, reuniendo las mejores condiciones para recibir una enseñanza de calidad.
Enseñar es lo más bonito que una persona puede hacer, pero nada fácil, es sacrificado y de gran responsabilidad, hay que bregar con 28 niños encantadores, pero inquietos y revoltosos durante cinco horas  diarias. Imaginad a una nube de Marinas en movimiento continuo, de aúpa, ¿no? Sino que opine Diana. Obligado es reconocer la labor  de un maestro, hasta en el recreo tiene que mirar con 28 ojos, uno por cada  crío, y todo es poco, nunca faltan emociones.
Rocío goza de gran coeficiente emocional, que hoy por hoy se le da más importancia que al coeficiente intelectual, porque es la que da habilidad social y con la que funciona mejor en la vida. Es por ello que Rocío se hace querer fácilmente por los niños, con un trato dulce y amable y, consecuentemente por los padres que es perfectamente razonable que aprecien la disposición  y dedicación para la enseñanza de la educadora que atiende a sus hijos, y en razón de  ello recibe mil besos por minuto y sesenta mil por hora, o más.

Os inunda también a vosotros  de besos y abrazos,

Tu apá