Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

lunes, 6 de mayo de 2013

ALMA INMORTAL



Querido yayo Félix, tú ahora si sabes lo que suponías.

Dulces sueños.
Marisa Pérez

ALMA INMORTAL
Valladolid 6 Octubre de 2001


         Queridos hijos: Haberlo, haylos, porque ayer mismo, sin ir más lejos, choqué con una de esas personas que creen a pies juntillas que el alma es un ente seco, mortal y que muerto el perro se acabó la rabia. Pero aún hay más, no sólo niega la inmortalidad del alma y la existencia de otra vida mejor después de éste, sino que se muestra encantado con ello. Hablando en plata, no querer otra vida que esta de aquí parece el más pendejo de los materialismos.
         El que alguien no crea que haya Dios, ni que el alma sea inmortal, pues bien, vale, muy libre de pensarlo; pero que no quiera que haya Dios ni que el alma sea inmortal es absolutamente bobo. Que alguien no crea en otra vida lo comprendo, porque yo mismo tengo mis dudas, no lo tengo tan claro como que tres más dos suman cinco, pero que le proporcione alegría, algo tan profundamente triste  y descorazonador no lo comprende ni es más  tontuco. No cabe en el coco de nadie no desear una vida trascendente  a no ser que tenga vacía  la cabeza, ¿Es posible  maravillosidad mayor que un Más Allá eterno y felicísimo?
         Mejorar las condiciones económicas de la gente, pues  estupendo; que no haya pobres ni ricos, mejor  imposible; que  con un moderado trabajo  se cubran necesidades y todos a vivir como personas, bien, pero que muy bien, pero qué sería de nosotros si la única aspiración fuese vivir acomodadamente, sin otro horizonte que comer y divertirse, o de aturdirse, porque no sería otra cosa, y la gente terminaría  de morir de tristeza y si nos faltase esa especie de inextinguible  sed de eternidad,  esa íntima inquietud del alma , ese apetito de infinidad y de perpetuidad.
         No es sólo la creencia en un cielo o un infierno, es algo más.  No sé, pero, hijos, yo  deseo desde lo más profundo de  mi ser que vuestras vidas tengan un fin superior.

                                                                           Besos y abrazos