Historias de toda una vida

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martes, 21 de octubre de 2014

VIVAN LOS OTROS



VIVAN LOS OTROS

Valladolid Octubre  de 2001
Queridos hijos: Quisiera cambiar y que cambiaseis conmigo para mejor y  modificando  nuestra   manera de pensar aprendiéramos a reírnos de nosotros mismos, pues quienes gozan de un sentido del humor capaz de tomarse a broma y reírse de sus fallos y lunares disfrutan de la vida. Pasándoselo realmente bien.
Es bueno y bonito ver el lado positivo de las cosas que nos pasan y festejarlo, porque nos sacarán los malos humores del cuerpo y no cabe imaginar nada mejor que ser capaces de sacar alegría hasta de la tristeza y ser felices viendo a los demás alegres y amigos, y estar dispuestos a gritar "vivan los otros".
Pocos son de fiar los malhumorados que ríen poco, y ese poco bajo sospecha, y nada de fiar quienes practican el humor basura, que se ríen de los más débiles. El propietario de un humor limpio y noble y de su compañera la risa, son sin duda buenas personas que les gusta la vida y son felices viviendo y dejando vivir. Además por añadidura son personas sanas, porque el humor y la risa son de  los mejores conservantes de la salud física y mental.
Es difícil exagerar la importancia que tiene tomarse un poco el pelo a sí mismo, significa que  uno se estima sin ser prepotente ni engreído, porque no es que escaseen los narcisistas hasta el absurdo, que consideran una insigne pendejada mofarse de su persona, equivocándose de medio a medio, puesto que no tomarse  uno a si mismo demasiado en serio es signo de inteligencia emocional y de gozar la mejor medicina contra el estrés. Los médicos listos empiezan a curar a sus enfermos con humor y risas.

Hijos, Groucho, el bigotón de los hermanos Marx, dejó en su epitafio el ejemplo más ingenioso de reírse de si mismo: "jamás pertenecería a un club que me admitiese como socio"

Besos y abrazos