VALLADOLID 26-6-2002
Queridos hijos: Me place celebrar las Bodas de Oro
porque es rememorar y conmemorar el arranque del ramo de nuestra familia de la
que me siento orgulloso. Fue una meritoria faena la de daros la fabulosa
oportunidad de existir, peripecia que de no haberla llevado a cabo nosotros
nunca jamás nadie hubiera podido realizar, algo que a la vez justifica
plenamente lo que nosotros vinimos a hacer en este mundo.
Porque sois el reflejo de
mi paso por el mundo, mil paternales besos y abrazos