Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

lunes, 3 de marzo de 2014

EL AMOR NO LO DUDES ES OPTIMISMO



EL AMOR NO LO DUDES ES OPTIMISMO

Valladolid, 5 de Julio 2006.
Estimados amigos Jesús y Cointa, mis ángeles de la guarda: Mereció ampliamente la pena la excursión, digamos que realizada por razones de arte y cultura, visitando la muy noble, leal y monumental población de Ciudad Rodrigo, la antigua Augustóbriga de los romanos, con las murallas y el castillo que se conservan en buen estado, sus calles sembradas de sin fin  de románticos rincones y plazas llenas al por mayor de palacios, estampados en los muros de todos ellos escudos y  más escudos de todos los tamaños y posiciones. Callejeamos por la ciudad de la mano de una guía llena de gracia, simpatía y buen humor. No puedo olvidar  su magnífica catedral, que para señalar alguno de sus muchos méritos, no está mal que sea el detalle de la fachada que da paso a la nave central que luce una notable decoración de esculturas, integrada  de personajes del Antiguo Testamento, entre las que figuran Abrahám, Moisés, David, Salomón, la reina de Saba, etc., colocadas en arcos góticos ricamente decorados.
Muestran las Edades del Hombre, quizá  algo agotadoramente, doscientas importantes creaciones  de todas las nobles artes: Pintura, Escultura, Arquitectura...recogidas en catedrales, iglesias parroquiales, conventos y museos de nuestra región. La notable colección de tales obras de arte han sido seleccionadas en base a su belleza y significado histórico y cultural, logrando que haya suscitado gran curiosidad del público que ha acudido en masa, saliendo satisfecho e informado por ser presentado de un modo comprensible y claro, logrando de algún manera que se comprenda que el arte ha de ser entendido como el lenguaje del alma que expresa los deseos y los ideales del hombre.
Los buenos propósitos y las acciones provechosas dan buenos frutos. Quiero decir que la aventura por el mundo del arte y la cultura ha resultado un buen día, pues no faltaron sencillas emociones y satisfacciones. Nos relajamos, tonificamos y ampliamente nos cultivamos y alegramos. Vale la pena preguntarse, ¿Qué es la alegría? La  primera respuesta que me llega la cabeza es que la alegría es la auténtica chispa de la vida, con dos componente de gran importancia, el primero, que mejora la salud; segundo que compartida, crece. Si nos fijamos con mayor atención se deduce que la alegría no es otra cosa que el resultado de una relación armoniosa entre el mundo y nosotros mismos. Dicho de otro modo, la alegría es la recompensa emocional que obtenemos por dar al cuerpo y a la mente lo        que nos piden.
Cointa, flor sin espinas, mujer menuda, pero muy mujerona, cuyas luminosas miradas y encantadoras sonrisas reflejan  bondad, candor y amor. Como por añadidura cumples a la perfección los deberes de esposa y madre, dulcificas la vida familiar, convirtiendo tu hogar en un nido de paz. Razones bastantes y sobradas para tener a tu esposo enamorado como el primer día.
Que Dios os conceda el don de la felicidad.
Besos y abrazos,

P.D. Vamos a ver, Jesusito de mi vida..., imaginemos, sólo a modo de ejemplo y sin el menor ánimo de polemizar, que un buen día muestras hacia mí  la fina gentileza de escribirme y, sigamos imaginando, que el tal escrito presentase alguna incorrección bien de redacción, sintaxis, ortografía, o simplemente caligrafía, pues oye bien esto, yo jamás, infinitamente menos en público, te haría el feo de reprochártelo.
Tú, no sé si plenamente consciente o no, cuando jugando al mus, por despiste cometo una pifia, te sulfuras y delante de todos me pones en evidencia tratándome de incomprensiblemente tonto. Cómo, dices, puede ser tan tonto un hombre tan listo. Ni soy tan tonto ni tan listo, pero admito que está plenamente  justificada tu descalificación, porque verdaderamente no gozo del menor talento manejando las cartas de la baraja.
Justificación: como resulta que cada uno es como Dios le ha hecho, a mí se me dan mejor otro tipo de cartas. Esta, por ejemplo, que estás leyendo, escrita con todo el espíritu amistoso de que soy capaz.
Un abrazo.