Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

sábado, 11 de febrero de 2012

EL FELIZ ATERRIZAJE DE HÉCTOR


Es tan grande lo que dices que no puedo añadir más. Enhorabuena a todos por la hermosura de niño.

Feliz finde.

Marisa Pérez Muñoz

11 de febrero de 2012 09:08 El feliz aterrizaje de Héctor

Pily, abuela materna de Héctor
Queridos seres queridos:


En la actualidad las parejas no se plantean tener hijos y, consecuentemente, los bebés escasean como los mirlos blancos, así que Felipe y Cristina convertidos en felices padres ha sido un acontecimiento excepcional; tener el primer hijo es una situación fascinante, emocionante, gran motivo de alegría, satisfacción, gratificación para la familia en pleno, padres, abuelos, tíos ¿y qué decir de los bisabuelos? El querubín es el centro de atención, acapara todas las miradas; cosa es de ver tantos ojos que contemplando fascinados a la maravillosa criatura brillan derramando ternura.

El feliz aterrizaje de Héctor en el planeta Azul ha organizado una revolución familiar: la pareja ha pasado a la paternidad, a ser tres, una familia a la que el bebé ha traído mucho amor y mucha alegría, pero también un cambio radical en el modo de vivir de los progenitores que han de desconectar un poco del mundo, acomodando sus deseos a las necesidades de la tierna criatura que ocupa mucho tiempo y mocho espacio. Cierto que fortalecida la relación de la pareja y practicando la filosofía de la ayuda mutua, el padre se implica desempeñando su nuevo papel de papá con gran cariño y dedicación.

Lógicamente, la entrega de la madre es absoluta, la criaturita no entiende de horarios, ni de festivos, ni de fines de semana y hay que alimentarlo, asearlo, y muy pendiente vigilar y proteger permanentemente, lo que conlleva cansancio, sueño, preocupaciones y sobresalto, pese a todo y que no hay tiempo para otra cosa,  se da por bueno, es una actividad que se realiza con sumo placer y alegría, porque el crío bien alimentado, exquisitamente aseado, envuelto en caricias y mimos se le ve crecer como la espuma sano y feliz.

Los flamantes y orgullosos padres tienen entre manos un gran motivo para emplear  tiempo y energía en algo emocionante por lo que vivir con ilusiones en cascada, el motor que impulsa a desempeñar una labor tan notable como  valiosa: procurar al hijo una vida bonita, fácil, cómoda y dichosa. El comienzo no puede ser más prometedor, apenas goza de dos meses de vida y ya tiene idea de la alegría, de risa fácil, con  un gesto simpático de los padres salta la carcajada jubilosa y contagiosa.

Héctor ha llegado a estrechar más fuerte los lazos familiares, donde va él vamos todos en piña. Y como el buen comer no tiene precio, acudimos a agasajar el paladar con el buen hacer gastronómico de los abuelos. Finalizada la manducatoria se retira de la masa todo lo retirable y he aquí el espectáculo: se coloca al chiquilín en el centro para ser mirado, admirado y acariciado, y dado que el crío irradia ternura, ahí nos ves a todos emocionados y felices , porque no se puede imaginar una sobremesa más divertida y enternecedora.

Felices papás, que el manantial de dicha que es el hijo, os colme de optimismo y felicidad.

Mil y un abrazos y besos del abuelo y bisabuelo,

                           Félix