Valladolid, 6 de
febrero de 2010
Querido hijo cumpleañero, que además
de primogénito gozas del privilegio de ser buena persona y un simpático y
optimista trotamundos:
Te deseo un día de lujo, alegre,
divertido, lleno de placenteras satisfacciones, y como obsequio ahí te va esta
consideración a tomar en cuenta: nunca estés triste si existe el menor motivo
para estar alegre. Y este buen consejo: agarra una buena borrachera de alegría
y entusiasmo y disfrútalo de lo lindo que la vida es breve, pues como bien
sabes la mano bárbara del tiempo nos atropella, porque dime ¿qué se siente
aproximarse a los sesenta? Seguramente apenas ayer, o anteayer, cuando eras
joven no tenías miedo al tiempo porque no te dabas cuenta cabal de que existía.
Tenias un mundo por delante para reír, para jugar, para corretear en todas las
direcciones por el globo terráqueo..., ahora perfectamente notarás que el tiempo no pasa, pasamos
nosotros y no corriendo, sino volando. ¿O esto solamente me pasa a mí bien
metidito en esta segunda infancia que es la vejez?
Pero preocupaciones a volar, que hay
que procurar vivir regocijadamente, sintiendo el delicioso placer de estar aún
vivito y coleando, que no es poco, porque a mi edad ya no sé si la felicidad
existe o únicamente se trata de ilusiones que me hacen buscarla y mientras la
busco ahí voy tirandillo, de casa al hogar, del hogar a casa para volver a
empezar y entre tanto procurar tener la mente activa, en movimiento para
espantar en lo posible ese agujero negro en la mente que es el Alzheimer.
Como el sol y yo actuamos igual, nos
acostamos como las gallinas y no levantamos con el gallo, en este momento son
las seis de la madrugada, tremendos madrugones, afortunadamente no sé
aburrirme, además, mira, verás, mi mayor anhelo es vivir sosegada y
tranquilamente y recurro a la música que es la chispa de la vida, a través de
ella todo es más agradable y bonito. Con mi MP-3 me siento mejor, más relajado,
pues me genera emoción y pensamientos positivos.
Hijo, que tengas un día maravilloso
cargado de acontecimientos emocionantes.
Besos
y abrazos