Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

miércoles, 6 de agosto de 2014

12 REBECA DE MI CORAZÓN



REBECA DE MI CORAZÓN
AGOSTO 2010

Rebeca de mi corazón: Te has planteado alguna vez, a todos nos pasa, a mí el primero, preguntas de este calibre, ¿Qué es el hombre? ¿Qué eres tú, yo, ese, el otro de más allá  que somos hombres?

En tal caso, quizá te haya parecido pregunta sencillísima, la más sencilla de cuantas se pueden hacer, pero, muchachita, de eso nada, pregunta más difícil imposible. La preguntita de marras se la han hecho todo tipo de personas y personajes: filósofos -antropólogos, -psicólogos, ateos, creyentes...y hay respuestas para todos los gustos.

Veamos algunas originales:
-El hombre es una parte del espíritu divino bajado a la tierra. Esto lo dice nada más y nada menos que Séneca.

-El hombre razona como un espíritu, siente como un cuerpo y funciona como un animal.
-Más pequeño que lo más pequeño. Lo más lo más grande que lo más grande.
- El cuerpo es la sombra que acompaña al alma.
- El alma, distinta del cuerpo, es por lo que soy lo que soy. Descartes.
-Nada hay más grande en la tierra que el hombre, nada más grande en el hombre que su alma y su mente.
-¿Qué quimera es el hombre? Qué novedad, qué monstruo, qué caos, qué sujeto de contradicción, qué prodigio, qué juez de todas las cosas, imbécil gusano, cloaca de incertidumbre y error, qué gloria y excelencia del universo.
El exagerado Nietzsche gritaba: ¡Dios ha muerto, viva el hombre, el superhombre!

¿Qué te parece, muchachita maravillosa? ¿Tú cómo lo ves? ¿Sigo?

Adiós, besos.

13 VIRGEN SANTA DE LOS GORDOS



VIRGEN SANTA DE LOS GORDOS

Martes y 13-Agosto-2001

Queridos hijos: Guisoteando esta mañana de pronto la imaginación me ha preocupado con la cuestión que, no perplejo, me ha dejado de piedra, sin sangre en las venas: Los cincuenta mil kilos de alimentos que he enterrado en mi estómago durante el curso de mi existencia. En conjunto lo equivalente a cien bueyes. No exagero, más bien son cálculos moderados.

Tomo lápiz y papel y hago rápidas operaciones aritméticas; considerando que no he sido ansioso tragallón, pero que tampoco le he hecho ascos a los placeres de la mesa engullendo más de lo que pide la naturaleza y consecuentemente, vamos a ver; entre desayuno, comida, merienda y cena, un día con otro, un kilito, muy, muy cumplido de sustancia alimenticia sí que he metido entre pecho y espalda; digamos pues, que grosso modo, seiscientos kilos anuales.
Multiplicando esta cantidad por los ochenta años que cumpliré, suma la enorme cantidad de cincuenta toneladas. Es decir ¿Cuántos vivientes, reses, cerdos, aves, cientos de panes pequeños y grandes, qué ingente volumen de cereales, legumbres, hortalizas y fruta; cuantos cántaros de leche, toneles de vino y otros licores he necesitado tragonear para mantener en pie mi sistema de vida?

Santa Virgen de los Gordos ¿Qué he hecho yo para merecer el derroche de esa enormidad de riqueza necesaria para alimentar a un insignificante individuo como yo, que bien mirado, cualquiera de los seres que dieron su vida para componer mis comidas poseía más dignidad y honor que yo?

Si triunfase la racionalidad sobre los instintos me convertiría al vegetarianismo, pero para eso se necesita valor y yo soy humano, muy humano y temo que todo siga igual.

Hijos, espero que las cosas os marchen como la seda.
Cálidos besos y paternales abrazos:
Félix

14 HAY DIOS COMO HAY ATEOS



HAY DIOS COMO HAY ATEOS
Valladolid 14 Agosto 2001

Queridos hijos: Me he descuajaringado de risa leyendo a un inglés que infectada el alma por el virus del ateísmo  dice las cosas más divertidamente graciosas que se pueden escribir. Las cuento para que también a vosotros se os alboroten algo las alegraderas.

Lo jocoso no es que el hijo de la Gran Bretaña sea ateo, todo quisque es muy libre de serlo, decisión muy respetable, sin duda, y que allá se las arregle con él Dios; el Dios que asegura estar dispuesto a demostrar que no existe, como es demostrable que tampoco existen el tiempo ni el espacio, puesto que todo ello no son más que utopías maquinadas por imaginaciones poco lógicas. Y el buen hombre sigue el hilo insistiendo con algo no sé si calificar de enormísima patochada  o graciosa puerilidad, pues afirma que el color no es más que otra fantasía nada real, sólo una ilusión óptica resultado del encuentro de ciertas condiciones ambientales: vibraciones en el éter y ojos impresionados que vean. ¿Se puede razonar más ramplonamente? Empieza negando a Dios, creyendo en el supuesto éter que, por lo pronto es tan hipotético como Dios. .Niega además, la evidencia misma, porque el color, con ojos o sin ellos, ahí está siempre luciendo como tal. Los invidentes en materia de colores poco pueden opinar, lo que no evita que el mundo que les rodea esté profusamente coloreado.

Siguen las pedanterías  regocijantes, ahora  no está de acuerdo con la realidad del frío y niega su existencia, atribuyendo el fenómeno a la ausencia de calor, algo por otra parte subjetivo e independiente de nosotros, resultante de la disminución de movimiento de tales y cuales moléculas o lo que sea. Bien está saberlo, pero en la realidad pura y dura le gente tirita cuando los termómetros bajan y suda la gota gorda cuando el calor aprieta.
No paran ahí las cosas, el ocurrente británico cierra con broche de oro sus escépticas racionalizaciones con una cosaza boba de remate: el hielo no es lo que parece, no es hielo, sino agua congelada. Quiera el Dios en que no cree no le caiga de punta sobre la cabeza uno de esos grandes carámbanos que en los fríos días de invierno cuelgan de una gota de agua y compruebe que efectivamente el hielo es lo que parece.
Por lo demás ojalá el tiempo y el espacio ni existiesen, puesto que de ser así, pienso que sería posible estar en todos los lugares a la vez y vivir en todo tiempo, ayer, hoy y mañana. ¡Sería estupendo!

Si este simpático descreído sin idea de Dios desea que las cosas le queden evidentes y claras lo tiene claro, que dé una vuelta por Cornón, pues allí, contemplando el sublime espectáculo del mogollón de estrellas tachonando la bóveda celeste, con íntima emoción, con palpitaciones del corazón y del espíritu comprenderá y sentirá, sentir es algo más íntimo, al Creador, porque allí palpita y es tan real y concreto que dejando volar libre la imaginación se llega a gozar de la inefable sensación si se da un paso más se abren las puertas del cielo y se puede entrar a abrazar a Dios.

Hijos, que el gran Dios os conceda la salud y la alegría que os desea vuestro padre

15 LA CARA ES EL ESPEJO DEL ALMA



LA CARA ES EL ESPEJO DEL ALMA
Valladolid, 15 de Agosto de 2001
Queridos hijos: Bien sabe Dios, y sé yo también, y lo sabéis vosotros, y lo sabe todo el mundo que la alegría es el mejor remedio contra la tristeza, que no hay nada más bonito que vivir llenos de alegría, y si todos sabemos que es una bendición ser feliz, ¿a qué ese afán por ser desgraciados?
Estar triste es perder tiempo y vida, el tiempo es oro y no se puede perder y la vida es la realidad de todas las realidades, el mayor tesoro que poseemos.
Vivir, dejar vivir, ayudar a vivir es una buena consigna. ¿Quién puede no estar de acuerdo en que hay que estrujar al máximo hasta la última neurona  que se posee para hacer que  este valle de lágrimas resulte un paraíso encantador? Vivir cada día como si fuera el último, no poniendo nunca mala cara a la vida, recordando que somos polvo y en polvo revertiremos, lo inteligente es apartar de nosotros seriedades y tristezas, alegrar la cara y con el mejor estado de ánimos, a vivir sosegada y moderadamente feliz, ¡Que son tres días!
La cara es el espejo del alma, la expresión de la cara revela el estado emocional, por ello el control de la cara es decisivo y contagioso. La cara larga, triste y preocupada produce percepciones desagradables, pero la voluntad puede influir sobre las emociones, por lo que hay que tratar de borrar la sensación de tensión interior y probar a poner en la cara un gesto de alegría y se verá como de inmediato se percibe un estado de calma en el cuerpo y felicidad interior.
Queridos hijos, echar mano a la bendición de la risa y no dejar escapar la alegría que tenéis en la mano.
Paternales besos y abrazos

16 QUERIDO DIOS



QUERIDO DIOS
Valladolid 16 Agosto 2001

Querido Dios: Te voy a tratar de tú a tú, como corresponde a la relación padre-hijo, y te cuento:

Mi madre, mujer de acendrada religiosidad, creía dulcemente en Ti, y es que para nosotros tu realidad, tu existencia es cosa de fe, de esa fe que es como tener dentro del alma un foco de luz, un sol, y es por ello que la magia de la fe obra prodigios, tal como esperar sin la más leve duda que después de esta vida nos espera otra de felicidad sublime y eterna.

No tengo yo tan claras las cosas como la autora de mis días, pero, por supuesto, personalmente creo, soy su hijo y me enseñó a quererte, y soy hijo de mi pueblo, nací bajo un cielo pletórico de estrellas florecidas en cuyos pestañeos se evidencia sin contradicción posible que algo extraordinario existe, llámese Dios, Gran Todo, Nada Absoluta.
Te voy a ser enteramente sincero: Creo en Ti a pies juntillas, pero a mi manera, sin pizca de olor a español, que por ser quienes somos, hijos predilectos del Corazón de Jesús, gozamos de favoritismo divino, ni a ruso, ni a americano, ni a conchinchino.
Tampoco a católico, ni protestante, ni a judío, ni a mahometano, ni budista... Tú para mí eres simple y llanamente Dios, Dios, a secas.
De Ti me gusta todo, menos que seas tan bonachón y permitas pasar por tonto, que te tomen por el pito de un sereno, que se hayan subido a las barbas  y vivas cosido a los caprichos de esa caterva de canallas ingobernables: talibanes, integristas, racistas, tiranicidas, magnicidas...
No se comprende que permitiese a Reagan que rezase como dicen que lo hacia "Dios, no sean soberbio, si quieres algo, baja y pídemelo".
 Dios, existir, desde luego, pero ¡qué pena! Cada vez menos, por doquier se oye eso de "¿Pero aún quedan ingenuos que creen en esa cosas en las que ya sólo creen pobres e ignorantes? El único Dios que interesa es el dinero, comer y beber bien y dormir con tías buenas, lo demás es lo de menos".

Alguna razón asistía a mi tío Rojo, de Cornón, cuando decía que no lo consideraba probable, pero que si algún día por un prodigio inaudito el Divino Hacedor le cediese el trono, así sólo fuese por unos días, las cosas cambiarían radicalmente, porque desde el momento mismo que tomase las riendas, por las buenas o por las malas, todos derechitos, de lo contrario no iba a repartir garrotazos, por lo gordo.

Convenencieramente es preferible creer en Ti, sin tu existencia la vida sería como atravesar un túnel y al final encontrarse con la nada. Muy triste. Cosa diferente es morir para nacer a la eternidad, y fundidos contigo gozar de excelsa e indefinida felicidad.

Padre, respetuoso, encendidos besos y abrazos de tu hijo