PERSONALIDAD
17-Agosto-2001
Queridos hijos: Hoy -porque somos
la reoca- he dado en reflexionar en relación a la personalidad de la gente, y a
ver si me explico: Los hombres somos semejantes en razón de ser todos hijos de
la pizpireta Eva y el ingenuo Adán, pero son infinitas las personalidades de
los humanos, cada quien la suya, lo que nos hace a la par de iguales, cada individuo
un ser único. De aquí aquello de:
“El que yo sea hombre,
Eso lo comparto con otros hombres.
El que vea y oiga
Y el que coma y beba
Es lo que igual
Hacen todos los animales.
Pero el que yo sea yo,
Es mío exclusivamente
Y me pertenece,
Y a nadie más;
A ningún otro hombre,
Ni a un Ángel, ni a Dios:
Excepto en cuanto
Yo soy uno con Él”
Queda meridianamente claro que la
personalidad es la característica de la existencia humana. La personalidad la
constituye el temperamento por un lado y el carácter por otra.
Se suelen confundir temperamento y
carácter, pero son cosas por completo diferentes.
El temperamento se refiere al modo de reaccionar.
Es algo con lo que nacemos y es inmodificable. Cuatro son los tipos de
temperamentos: “Colérico”, “Sanguíneo”, “Melancólico” y “Flemático”.
Una persona con temperamento “Colérico”
reacciona de manera rápida y fuerte, resultando fácilmente irascible. “Melancólico”
significa deprimido. “Sanguíneo” ser súper-optimista y “Flemático” demasiado
lento.
Pero vamos a ver, aquello ante lo
cual reacciona rápido y violentamente
dependerá del carácter. Si se trata de
una buena persona y amigo de lo justo y noble, su reacción será pronta y fuerte,
pero positiva; si es un mal bicho, su actitud será negativa. O sea, que los
rasgos del carácter y la conducta, son la misma cosa, puesto que el carácter es
el patrón de actuación característico del individuo. La razón y la conciencia
están ligadas inseparablemente al carácter.
Con el mismo temperamento nacemos
y moriremos; no existe posibilidad alguna de cambiarlo; no ocurre esto con el
carácter, dado que hay circunstancias que lo determinan, lo fomentan y lo
fortalecen: El ambiente que actúa en la infancia y épocas posteriores; la
educación y la cultura, algún suceso accidental, tal como las buenas o malas
compañías, etc, etc.
Hijos, resumiendo, el carácter es
la fuerza que motiva al hombre el modo de obrar y el tener éxito en el arte de
vivir, así pues, ojo y a procurar suavizar el nuestro.
Besos y abrazos:
Félix
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