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miércoles, 6 de agosto de 2014

29 IRRACIONALIDAD INAUDITA



IRRACIONALIDAD INAUDITA

Valladolid 29 Agosto de 2001

Queridos hijos: A 20
por minuto y a 1000 muertes por hora. Esa es la velocidad a la que circula el hambre por el mundo. Así de claro. Así de trágico. Así de difícil resulta  entender esta nuestra avanzada sociedad. Pero sucede. En las últimas cifras que publican los periódicos en sus estadísticas se contabilizan en 25.000 las personas fallecidas diariamente a causa de no tener nada que llevarse a la boca, la mayoría niños.
Son un montón de millones de bebés de corta edad enfermos de hambruna grave y enfermedades fácilmente curables.
Próximos a los mil millones de habitantes son los famélicos  que existen en nuestro planeta azul. ¿Azul? Mejor decir de color cadaverina.  ¿Es posible semejante atrocidad? Como para fenecer repentinamente de un ataque agudo de vergüenza, ellos  hambre mortífera y nosotros dietas de adelgazamiento.
Si los medios de comunicación dieran la noticia de que un niño español fallecía de hambre la sorpresa y la indignación serían enormes, resulta impensable tan inaudito suceso, sin embargo eso ocurre a diario a personas en países menos favorecidos y nadie mueve un dedo para evitar esa auténtica y cruel epidemia.
Las cumbres mundiales para solucionar el problemón acaban siempre en rotundo fracaso, a lo máximo que parece que han llegado es al anuncio de que se rebajará el hambre a la mitad en un periodo de tiempo no inferior a los quince años. Valiente solución, otra sería si fuesen sus hijos los condenados tan cruelmente a morir.
Pobre Tercer Mundo atrapado en las garras del mundo de los poderosos descorazonados.
Que Dios nos perdone, si puede, la irracionalidad inaudita de mirar para otro lado cuando con parte de lo que se gasta en cosmética se erradicaba el hambre del mundo.

Besos y abrazos

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