Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

miércoles, 6 de agosto de 2014

20 PAJARILLOS REVOLTOSOS



PAJARILLOS REVOLTOSOS
Valladolid 20 de agosto de 2.001
Hola jóvenes, aquí está vuestro viejo padre, lo que queda de él, con el rollo diario: Aunque en pleno verano la tarde ha sido estupenda, cosa de un solete que ha lucido alegre y acariciador, en razón de ello, gozoso y optimista he paseado por el parque enfrascado en la idea de que merecía la pena concederme una pequeña alegría de vivir, a la par que daba unos buenos sorbetones de aire puro, y no hallé mejor manera de hacerlo que tomar asiento en un lugar rodeado de vivarachos gorriones que mezclaban sus píos y revoloteos con el correr, saltar y gritar sin tregua de la chiquillería, organizando entre aves y críos un alborozado guirigay.
Los gorriones son pajarillos revoltosos, inquietos, ruidosos y hasta lenguaraces, de un dinamismo singular, y a más de todo esto, asustadizos, pero a la vez de una valentía que a veces los lleva a temer a nada y a nadie y buena muestra de ello da un joven pardillo que con su natural manera de caminar, a saltitos con las patas juntas, se me aproxima a distancia mínima, inclina la cabeza a un lado y me mira estudiando mi actitud, confía y picotea a mis pies diligentemente, de súbito hace un alto en su glotonería para mirarme de nuevo, le resulto sospechoso y vuela hasta  la rema de un árbol, pero como todo currante que no come de gorroneo y ha de resolver el problema del condumio cotidiano, regresa, remata la faena, y con rápido batir de alas escapa a reunirse con un grupo de congéneres, con uno riñe y se pelea, luego se reconcilian para correr presurosos a tomar un baño en un pequeño charco que se ha formado en torno a la fuente. Se aproxima un niño tras su pelota y sobresaltados en un santiamén el bando ha huido a gran velocidad a refugiarse en los árboles, para volver de inmediato a la lucha alegre y decidida, irrenunciable, ya que por la conquista de una miga hacen lo que sea necesario y llegan donde sea preciso, aún corriendo serios riesgos, pero siempre con la gracia y la intrepidez que los caracteriza. Habréis observado en numerosas ocasiones la absoluta solvencia con que se soslayan  todo tipo de riesgos: tráfico, transeúntes, contaminación y en ocasiones llegan a las piruetas suicidas entre los coches.
Bien sabido es por todos que los gorriones son un notable caso de acomodo al medio del hombre, se han percatado que somos excelente compañía, negocio redondo, tienen garantizado tanto el  alimento como protección contra los depredadores. Nosotros viviendo tan próximos unos a otras casi ni nos damos cuenta y no les ocasionamos molestias.
He disfrutado en profundidad con el alborozado bullebulle de los chiquilines y la compañía de los pardillos, humilde ave urbana que no trina como los mirlos ni está pintado con los colores de los jilgueros, pero tienen ganada nuestra simpatía y estima, este pajarito independiente e inasequible al desaliento, en su lucha por la vida llevados por sus valientes alas, al igual que los niños se les ve y se les oye por doquier, llenando de alegres y contentos, a veces con auténtica desfachatez, calles, plazas y jardines. Sin su grata compañía nuestra vida perdería puntos en gracia y gozo.
Besos y abrazos de vuestro padre admirador de pájaro, árboles y mariposas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se tan educado en tus comentarios como quieres que lo sean contigo