Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

jueves, 6 de enero de 2011

HOY CUMPLO 89 AÑOS


¡¡¡FELICIDADES YAYO FÉLIX!!!

ESTAS SON LAS MAÑANITAS
QUE CANTABA EL REY DAVID
A LOS ABUELOS VALIENTES
TE LAS CANTAMOS  ASÍ.

DESPIERTA FÉLIX DESPIERTA
MIRA QUE YA AMANECIÓ,
YA LOS PAJARITOS CANTAN
LA LUNA YA SE METIÓ.

QUE LINDA ESTÁ LA MAÑANA
EN QUE VENGO A SALUDARTE
VENIMOS TODOS CON GUSTO
Y PLACER A FELICITARTE.

EL DÍA EN QUE TU NACISTE
NACIERON TODAS LAS FLORES
Y EN LA PILA DEL BAUTISMO
CANTARON LOS RUISEÑORES.

YA VIENE AMANECIENDO
YA LA LUZ DEL DÍA NOS DIO
LEVÁNTATE DE MAÑANA
MIRA QUE YA AMANECIÓ.

Imagina que te las hemos cantado los Martín Pérez al completo, Incluida Lucía.


06/01/2011

Querida Rebeca y demás seres queridos:

La vida es una breve cosa y cumplir un año más no es precisamente un acontecimiento para tirar cohetes, máxime si te aproxima a la distancia de un par de cortes de pelo de ser nonagenario, y hoy cumplo 89 años, exactamente los mismos que tenía mi madre cuando dulcemente cerró los ojos y voló al cielo.

Por supuesto, cada quien, porque somos como Dios nos ha hecho, da a la fiesta de su cumpleaños el sentido y la valoración que juzga más adecuada; yo en modo alguno voy a tomar el hecho como grave acaecimiento, más bien lo considero motivo de regocijo, porque, aunque ciertamente no me falta alguna espina clavada en las articulaciones que me ocasiona doloroso malestar, cómo quejarme si con la vida tan cargada de años  aún me funcionan regular, tirando a bien, cabeza, corazón, pulmones, estómago, riñones…Por añadidura cuento con la favorable ocurrencia de practicar meditación que, en verdad, actuando como bálsamo confortador me crea un estado de relajación y bienestar que redunda en mi salud física y mental.

Esto es, recostado cómodamente, dejándome llevar por la música, doy vuelo a la imaginación para que fantaseando a lo grande emprenda, por ejemplo, un viaje de retroceso hacia la época dorada de la infancia donde todo era mejor y más bonito, y con el entusiasmo del crío que fui me sueño envuelto en mágicos rayos de luz cuyos efectos vivificantes y curativos me hacen sentir joven y sano.

Queridos seres queridos, ya lo veis, pese a lo antañón aún estoy en condiciones de lo que sea.

                         Abrazos y besos.

                                  Félix