Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

martes, 14 de octubre de 2014

LA VENDIMIA



LA VENDIMIA
Valladolid 14 de Octubre 2001

Queridos hijos: Para romper el tedioso vivir de cada día lo que nos correspondería hacer es acercarnos a Toro, donde además de gozar de la arrolladora simpatía de Marina, es día de fiesta mayor, el domingo más alegre de los domingos, puesto que constituye un punto de gran interés por el programa festivo en la comunidad: “la gran fiesta de la vendimia”; festejos demostrativos de la antigua recolección de la uva, espectáculo que cuenta con la magia de recordar aquellos tiempos remotos, todo ese pasado que acabó pero que, sin duda alguna, marcaron  su presente y en razón de ello lo celebran por todo lo alto con un vistoso y muy especial desfile en el que nutrida concurrencia música y cohetes recorren las viejas rúas de la villa, gran numero de carros antiguos cargados de cestas y canastos de uvas y flores engalanados con aperos y distintos utensilios propios de las labores vendimiadoras, arrastrados por burros y mulas emperifollados  con cintas de colores y cascabeles. Destacan las vestimentas tradicionales de los conductores, antiguos vendimiadores y los acompañantes que participan, mujeres, mozos, floridas y resaladas mozas, niños, niñas, todos ataviados con los trajes típicos llevando cestas con productos gastronómicos que recuerdan lo que hace años llevaban los trabajadores a las viñas.
Disfrutar del lucido espectáculo produce tan grata impresión que bien puede considerarse una experiencia que merece la pena vivir, y que de hecho viven gran numero de castellanos y leoneses que acuden estos días a Toro a gozar de este acto principal centrado en la vendimia, pero también otras actividades que ofrece el municipio zamorano, como las sumamente atractivas jornadas gastronómicas. Hoteles, Hostales y fogones anuncian a bombo y platillo y precios irresistibles los platos más típicos de la localidad: bacalao al ajo arriero, cabrito al cuchifrito, patatas y ensaladas Toresana...
No hay que echar en saco roto otros atractivos de enorme consideración, las iglesias, de todos es conocida la colegiata, que luce espléndida y majestuosa.
Imposible dejar de destacar el vino de Toro, de calidad más que reconocida, ese vinillo que es la leche que resucita a los viejos, y que por otro lado constituye importante motor económico del municipio. Así es como veo de interesantes y divertidas las cosas cada año cuando acudo a la localidad a pasarlo bien con la pintoresca cabalgata, poniendo por decirlo así, una gota de alegría en cada ojo.
Hijos que la vida os sonría y todo os resulte maravilloso.

Abrazos de vuestro padre