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viernes, 22 de agosto de 2014

18 CRITICÓN COMPULSIVO



CRITICÓN COMPULSIVO
Valladolid 18  de Septiembre de 2001
Queridos hijos: ¿Soy un criticón compulsivo? Admito que a veces, no pocas veces, funcionando en plan padre preocupón me pongo cargante, pero eso es considerando que ese es el papel que me corresponde como tal. ¿No corregís vosotras a vuestros hijos?
Pero visto lo visto, este mi modo de ser completamente sincero me crea problemas, a más de un sentimiento de culpa que me produce angustia y un vivo deseo de arrepentimiento. Pero vamos a ver, tendré que empezar por conocerme a mí mismo, dedicando tiempo a descubrir lo mejor de mi persona para ponerlo al servicio de los demás. O sea, que si descubro lo mejor que tengo en mí, si es que algo tengo, aprenderé a ver también lo bueno que poseen los otros.
¿Pero es esto fácil? Lo más probable es que mi actitud se deba a que nos vemos permanentemente rodeados de un ambiente en el   que lo habitual es despellejar al prójimo y criticarle a degüello, y a lo que parece la tendencia de los humanos es hacer daño a los otros con la misma virulencia e intensidad que nos hacen daño a nosotros. Bueno es saberlo para cambiar de actitud, cambiando de nivel de sentimientos mediante acciones positivas.
Desde ahora, pues, trataré de comentar lo más positivo  y valioso que descubra en los demás, procurando verme también a mí, no como un criticón compulsivo, sino como un ser humano arrepentido que cada día se esfuerza en superarse y mejorar. A ver si es cierto.
Hijos, abrazos y paternales besos, smuac, smuac, smuac, smuac...

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