DIANA
QUERIDA HIJA
Valladolid
Septiembre 17 de 2001
Diana, querida hija: Hoy por ser día de tu santo, que un melodioso
ruiseñor te silbe al oído las mañanitas.
Hoy por ser el día de tu santo, al tirarte de la cama y hallarte
vivita y coleando, eufórica, te sientas en la gloria.
Hoy por ser día de tu santo te sientas flotando sobre una nube dorada.
Más arriba, viviendo en las estrellas.
Hoy por ser el día de tu santo goces plenamente de la vida, rías de
todo corazón y seas feliz con la alegría de los demás.
Hoy por ser el día de tu santo te sientas radiante, tan dichosa como
deslizándote por el tobogán del arco iris.
Hoy por ser el día de tu santo tu generoso corazón rebose de amor por
todo y a todo, hombres y animales, árboles, flores, pájaros, mariposas... como
hermanitos nuestros que son; disfrutes del prodigio de que estén ahí, se dejen
gozar, de ser como son. En fin, que mires el mundo con unos ojos y estado de
ánimo que lo veas como si el buen Dios hubiera mandado a los ángeles pintarlo
de nuevo con resplandecientes colores.
Hoy por ser día de tu santo, Marina, preciosa, encantadora y
vivaracha, encarnación de la alegría, capaz de robar el corazón a cualquiera,
reina de la casa, se porte como un ángel para centuplicar tu felicidad.
Hoy por ser el día de tu santo lo sea especial, lleno de todo, color,
olor, sabor y emociones que dejen en ti sus frutos y sus perfumes.
Hoy por ser el día de tu santo que la fuerza de tu corazón que empuje
a derramar alegría sobre quienes te
rodean y a hacer de tu hogar un lugar pacífico y alegre como un nido de un
jilguero.
Hoy por ser día de tu santo tu gran estado de espíritu te lleve a ser
feliz al más alto nivel, a reír con toda el alma, porque la risa es un
manantial de salud.
Hoy por ser el día de tu santo no estés simplemente alegre, sino tan
llena de buenas vibraciones e inefable
felicidad que tu alma se perciba como una bandera de muchos colores que ondea
alborozada, llena de viva alegría.
Hoy por ser el día de tu santo, pues mira hija, que a más de hermosa,
brille en ti la bondad, que hermosea la hermosura.
Hoy por ser el día de tu santo, y todos los días de tu existencia los
vivas de modo y manera que dejes tras de ti algo que justifique tu paso por el
mundo.
Hoy por ser el día de tu santo lo sea tan magnifico que gozando de
jubilosa alegría creas que te falta la tierra porque todo es cielo.
Hoy por ser el día de tu santo tu padre ha puesto en marcha el
acelerador de la imaginación, pero se agotó el carburante, me queda únicamente
el necesario para mantener una alegría perfectamente normal y obsequiarte un
montón de besos y abrazos.
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