NO SOMOS EX SIMIOS
Valladolid 6 Septiembre de 2001
Queridos hijos: Qué
cosas, pues eso que como la evolución de las especies adelanta que es una
barbaridad me acabo de enterar del algo que no parece ser un chiste para hacer
reír, sino una realidad pura y dura que me ha dejado atónito, más diré, el
corazón se me ha subido de un salto a la garganta: no descendemos del mono,
sino del ratón. Hemos dado un salto
atrás de varios peldaños en el escalafón de las especies, y ocurre esto después
de lo que nos había costado asumir nuestra descendencia simia, resultando que
lo que pudo haber sido no es,
porque los científicos estudiando la
secuencia del genoma del ratón revela un 99% de coincidencia con el del humano,
o sea que por la mínima los humanos no somos roedores, o viceversa.
Lo malo de descender
del ratón es que ahora se explica el porqué algunas veces, no pocas, los hombres somos ratas que pasan la vida
husmeando por donde sea para colarnos por la menor rendija con el fin de dar con un queso y agujerearlo.
Lo que hay que oír, nuestros primeros padres fueron dos ratoncillos que pasaban
el rato dando tremendos sustos a los elefantes.
Se comenta que los
investigadores del Atapuerca dedican su
valioso tiempo, no a la caza de huesos humanos, sino restos de los ratones
antecesores para descifrar el genoma y comprobar que los ratones y los hombres
somos dos gotas de agua, demostrando con ello que no somos ex simios, sino que
derivamos de un remoto Micky Mause.
Hijos, ahora que
sabemos que el ingenuo Adán es un ratón y la pizpireta Eva una ratita
presumida, que nos expliquen también a
quien le corresponde poner el cascabel al gato.
Besos y abrazos
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