Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

domingo, 22 de junio de 2014

COMER Y HACERLO BIEN- LA MEJOR MEDICINA



COMER Y HACERLO BIEN- LA MEJOR MEDICINA

Melilla16 de Junio de 2001

Querida hija: La puritita verdad es que ninguna queja, no estoy nada mal, pero aspiro a estar mejor, ¿qué cómo? Pues mira, lo he pensado y he aquí la conclusión: comer y hacerlo bien es sin duda un acto inteligente y de civilización. Por vacío que se tenga el estómago, una hermosa forma de acercarse a la mesa es dedicando unos momentos para agradecer al Creador y a su hija, la madre Naturaleza su generosidad que desagradecidos no hacemos, pero debiéramos, para evitar semejarnos a los animales cuando se acercan al pesebre.  Con otro detalle de importancia suma, dejar lejos del comedor problemas y disgustos. La hora de la comida ha de ser de alegría y cordialidad

Parece que debiera ser  elemental, pero no resulta fácil alcanzar la firme convicción de que los buenos alimentos son la mejor medicina. Evitaremos goteras en nuestra salud utilizando para el perfecto funcionamiento de la  compleja y maravillosa maquinaria de nuestro cuerpo gasolina de primerísima calidad.   Al hacerlo así estamos realizando el mejor negocio de nuestra vida, porque en este caso lo bueno es barato (frutas, verduras, legumbres, pescado azul...) y dan poco trabajo al estómago. Para decirlo todo de una vez, ¿qué mejor inversión que gozar de espléndida salud?

La angordaduría es nuestro dedito malo. Somos una familia que no sabe saciar el instinto de comer, y vengan raciones exageradamente desproporcionadas; abusamos de la comida utilizándola como válvula de escape. Cometemos ese desatino, y otro, no quemar grasas moviendo el culo.

Pilarica, no va contigo, pero si con casi todos los demás: Vamos a comer con medida, sano, barato y variado, que en la variedad no sólo está el gusto, sino también, la salud.

Abrazos

TRANQUILIDAD DE ESPÍRITU



TRANQUILIDAD DE ESPÍRITU
Melilla 19 de Junio de 2001
Querida hija: Leo en una revista que teniendo suerte y cuidándose un poco nuestra fecha de caducidad puede alcanzar los cien años. Me parece estupendo, porque yo, mal que me pese, estoy en el último tramo del camino, y hay una cuestión que me trae caviloso y desasosegado, es el hecho de no estar aclarada suficientemente la edad  a la que resucitaremos para vivir la vida eterna los mortales.
Unos piensan que siendo Dios, como es, infinitamente justo, todos tendremos la misma edad, 33 años, la edad de Cristo; otros piensan que si en el Más Allá no tendremos cuerpo, para qué dar importancia a lo que no la tiene; y otros, los menos fantasiosos, están seguros  y lo afirman con rotundidad, que resucitaremos con la misma edad que tenemos al morir.
Discrepo, no me interesa ni estoy de acuerdo, porque de haberlo sabido me hubiera gustado morir joven para seguir siéndolo eternamente. ¿De qué me ha servido alargar acá unos años la vida  si he de vivir el más parasiempre de los parasiempres achacoso, arrugado, reumático y desmemoriado?
Aún hay otro problema, este propio de impíos y descreídos: que no hay resurrección ni vida después de la muerte. De entre estos conozco alguno que con la sesera cercada por un gran confusionismo  reniegan amargamente de haber nacido para tener que pasar ahora el tremendo trance de pagar tributo  a la muerte, de haber nacido  para ser comido, bebido y excrementado por golosos y glotones gusanones.
Yo no, para mí la vida es tan maravillosa que no concibo el mundo sin mí. Tú, hija, cree a pies juntillas que allá arriba hay un gran tipo, Dios, que proporciona tranquilidad de espíritu.

Besos y abrazos

MELILLA TIENE UN ENCANTO ESPECIAL



MELILLA TIENE UN ENCANTO ESPECIAL

Melilla 10 de Junio de 2001

Querido amigo: ¿qué tal tus dichosos mareos? ¿Te sigue dando vueltas el mundo? Supongo que todo irá bien, porque para un chico como tú joven, guapo y valiente ¿quién dijo miedo?
Tú siempre adelante, y como hago yo, a vivir descansando y disfrutando de las pequeñas cosas de la que la vida está llena, que lo demás es lo de  menos.
Melilla, por eso me retiene, tiene un encanto especial, la gente es amable, el clima, los ficus, el mar..., para qué más que la puritita verdad, te hace sentir que estás en un lugar distinto y muy especial. Pero es curioso observar la diferencia de  opiniones entre los políticos y el pueblo llano.
Los primeros tratan de lavar el cerebro de los segundo haciéndoles creer que  lo blanco es negro, disimulando lo malo y pretendiendo convertirlo en bueno. Lo digo porque las playas situadas entre dos puertos importantes que arrojan al mar todo tipo de porquerías no están demasiado limpias, en absoluto para la bandera azul. Cierto que cada día veo pasear muy ufana una máquina paseando por la arena, pero más removiéndola que limpiándola, y eso es poco. En fin, qué eso, ¿qué quieres que te diga?
Las mujeres mahometanas visten fatal, todas iguales, exactamente igual, chilaba, que cambia de color pero no de hechura, pañolón en la cabeza y chanclas sin madias  ni calcetines. Estos faldumentos son todo su atuendo durante todo el año, festivo o no, haga frío o calor.
Tampoco es que falte alguna mocita asombrosamente bien hecha, cara bonita, pestañas como abanicos, portentosos ojos grandes, brillantes y negros como un charco de tinta china. Estas son las jóvenes que hablan español y visten a la europea.
Soy, te cuento, el cocinero oficial de la casa, compro y cuando llegan tienen la mesa puesta y la comida lista. La cocina, hablo por mí, es relajante y divertida, con lo cual, si juntas relax con diversión, una copita de vino, y por añadidura preparas el rico, rico, la combinación es perfecta.
Ser un cocinero ducho es fácil y posible, consiste simplemente en conocer el truco de que los condimentos posibles son cariño, tiempo y un poco de  imaginación.
Con las vacas como regaderas, la carne la hemos dejado para cuando encontremos alguna cuerda. Contamos, por supuesto, con el pescado y el marisco fresco, sabroso y a buen precio, detalles indudables por  la proximidad al mar.
Cuando me sobra tiempo, entonces me siento en el paseo Marítimo de espaldas al mar a ver pasar las chicas de apariencia deleitosa, jóvenes avaladas por unas medidas, a ojo de buen cubero, perfectas, que haberlas, hailas, y el entretenimiento es grato y barato.
También suelo hacer: darme la vuelta y quedar cara a cara con el mar y paso largos y suaves ratos viendo las olas saltar, revolviéndose sobre sí mismas y romper en volutas cambiantes y espumantes con obstinación ciega...El mar para la gente de tierra a dentro, irradia un infinito misterio. Creo, a mí me pasa.
Y por ahí ¿qué? ¿El mismo ritmo? No he vuelto a jugar al mus, así que lo poco que sabía...
Imagino que mi primo el de “Zumo Sol” por su anatomía de impacto, un cuerpazo como la torre Eiffel, una obra de ingeniería, nacido, al igual que la gran persona que es nuestro común amigo, para disfrutar del bailoteo. ¡Felices ellos!
Además de abrazos para ti y para todos, toda mi simpatía y estima, junto con los deseos nunca os falten a ninguno salud, alegría y emociones.

martes, 17 de junio de 2014

MACARRONES CON SABOR A HÚMEDOS



MACARRONES CON SABOR A HÚMEDOS
Valladolid 17 de Junio de 2007
Queridos hijos: Alegremente, sin enojo cual ninguno, como anécdota graciosa protagonizada por mis hijos mexicanos, cuento que ayer comían en casa los nietos, que son unos comistrajas de aúpa, pero que nunca le hacen ascos a la pasta. Cien formas diferentes existen de prepararla y todos son de su agrado, pero la preparada con bechamel es, con mucho, su preferida, de tal modo que con ella he alcanzado, en plan familiar, el honroso título de “el mejor cocinero del mundo”.
Pues bien, en su honor y en agradecimiento por el excelente trabajo que están realizando con la instalación del plato de ducha, compré en el Corte Inglés los mejores productos: mejor pasta, mejor tomate, mejor nata, etc., etc., etc., y los elaboré poniendo en ellos las tres salsas más exquisitas que requiere el plato. CARIÑO, TIEMPO Y UN POCO DE IMAGINACIÓN.
Lógicamente, en mis muchos años cocineriles, me han sido rechazadas comidas por sin fin de motivos: salado, soso, dulce, amargo, picante, agrio, etc., pero nunca me había ocurrido lo de ayer, con cara de desagrado fueron rechazados mis prestigiosos macarrones por su sabor a “húmedos”. ¿Alguien puede imaginar lo desagradable que puede resultar comida con sabor tal?
Un trapo sucio y húmedo bajo el fregadero huele a demonios y lo inmediato es que cree  moho. ¡Gua, qué asco!
Besos y abrazos,
Félix

lunes, 16 de junio de 2014

EL ESPECTÁCULO DE LA ALEGRÍA



EL ESPECTÁCULO DE LA ALEGRÍA
 Melilla 16 de Junio de 2001

Querida hija: Por fin llegó y pasó la magna fiesta, el espectáculo de la alegría, y sin exagerar mínimamente puedo decir que con un lleno hasta la bandera. Lógico y natural por otro lado, puesto que si las/los alumnos son setecientos, suma padres, abuelos, demás familiares y simpatizantes, toma un lápiz y echa cuentas, que los números no engañan. Y valió la pena, existieron por todo lo alto organización, respeto, orden y arte, lo que significó satisfacción general, a todo el mundo le gusta las cosas bien hechas.
El espectáculo “Películas de Hollywood” estuvo protagonizado exclusivamente por niños y niñas de 0 a 7 años. De o a 1, “los Picapiedras”; de 2, “Cabaret”; de 3,  “supercalifragilistico”; de 4 –Rocío y Mariví- “súper Detective en Hollywood”; de 5, “West Side History”; de 6, -el grupo de María- “Cantando bajo la Lluvia”. 
Después las alumnas de baile del colegio nos deleitaron con dos bailes: “La Bamba” y “Ay, Mamá”.
Creo que ha de quedar meridianamente claro que  hacer bailar –en el caso de Rocío y Mariví, lo propio hay de decir de todas las demás- a más de cincuenta críos con orden, con ritmo y gracia resulta sencillamente sensacional. Labor de jóvenes maestras con mucha vocación, mucho amor a los niños e infinita imaginación. Tal aspiración a hacer cosas y a hacerlas bien es un excelente ejemplo de cómo deben ser las maestras.
Rocío, lógicamente, con los nervios como línea de hormigas, pues además de lo suyo, treinta diminutos policías perfectamente uniformados, tenía a María interpretando tres bailes con diferente vestuario en cada uno, o sea, un sinfín de detalles a tener en cuenta.
Por merecimiento propio, todo resultó perfecto, muy aplaudido. Finalizado  el delicioso espectáculo, ya las profesoras relajadas y satisfechas por el trabajo bien hecho, dio comienzo la “Verbena fin de curso “con duración “hasta que el cuerpo aguante”, que aguantó hasta las 2 de la madrugada. 
Reflejada en todas las acaras la encarnación de la alegría, con el humor a 100, y mirando las cosas  por la cara positiva, las maestras hechas piña, se divirtieron a lo grande.
Por supuesto, con los puestos de la comencia y la bebencia (hamburguesas, bocadillos, pinchitos, bebidas) de confianza y de precio razonable, a tope.
No necesito asegurar que tu padre se lo pasó grandiosamente.

Abrazos