Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

martes, 11 de noviembre de 2014

VERANILLO DE SAN MARTÍN



VERANILLO DE SAN MARTÍN

Valladolid 11 de noviembre de 2001

Queridos hijos: Soy más soportador del frío que del calor, pero, por supuesto, la temperatura media es la ideal, y un día hermoso como el que ha amanecido hoy, con 22º, como si la primavera fuera a estallar, resulta un delicioso placer pasear sintiendo el cálido abrazo del sol que levanta el ánimo, mejora el humor, llena de energía, no sólo física, también mental, despertando buenos sentimientos, es decir, que se siente uno más conectado con la vida.
El sol es para nosotros nada menos que todo, por lo que no resulta extraño que en tiempos se le venerase como a un dios, ya que sin él no seria posible la vida en la tierra. Y ¡por supuesto! El astro rey es la vida y la alegría de los abueletes.
En estas fechas cara al invierno en que la falta de luminosidad se junta con el frío y los días se van acortando poco a poco y la vida como que se apaga ligeramente, obligando al personal a refugiarse en locales cerrados iluminados con luz artificial, el veranillo de San Martín luciendo un sol sonriente y cálido, cuyo calorcillo se mete bajo la piel y llega hasta los huesos es una terapia que carga las pilas vitales.
Deambular por las calles alegres, envueltas por airecillo limpio y oxigenante, bajo un cielo de un azul elegante, como esmaltado, no es sólo un gozo para los ojos y el corazón, es motivo también para ver las cosas por el lado bueno y cómico para que así no falten las risas.

Besos y abrazos

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