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viernes, 6 de junio de 2014

EL SILLÓN DE FREÍR PERSONAS



EL SILLÓN DE FREÍR PERSONAS
Melilla 6 de Junio de 2001

Querida hija: El chaval Joaquín José dichosa y milagrosamente se ha salvado de morir hecho chicharrón sentado en el sillón de freír personas, pero después de vivir con la muerte en los talones  durante cinco años, que se dice bien, pues eso es lo que llevan los gringos matándolo.  O sea que a vivido todo un largo lustro muriendo a cámara lenta.

La bruja de su mujer, vaya cuajo de individua, reconoce ahora que mintió salvajemente, y lo hizo, dice, porque ya no la quería, y ese fue el medio de que se quiso valer para deshacerse de él legalmente.
Le acusaron ella y otros indeseables y perjuros de un delito que no se ha probado ni su inocencia ni su culpabilidad, y se pensó que tal vez nunca se probara ni una ni otra cosa, pero finalmente, para alegría de todos, ha quedado claro que era plenamente inocente, pero hasta que se han aclarados las trapisondas judiciales han pasado casi  dos mil días que ha tenido que sufrir recostado en un camastro a la puerta del patíbulo en espera de que lo levantaran para sentarlo en el aterrador butacón de achicharrar individuos.
La terrorífica pena capital reprobable en todas las circunstancias, aumenta lo terrible hasta el grado sumo si no es ejecutada de inmediato. Y eso es el pan de cada día en el país de las libertades, sagrario de la democracia, ejecutar a reos condenados hace años a tente bonete, y en ocasiones- no pocas- a inocentes del delito que se les imputa, ¿Cabe mayor horribilidad? ¿Cómo y con qué se pagan y compensan los cientos de crueles insomnios vividos medio muerto?
 Nadie puede imaginar lo que ha de ser despertar sobresaltado paralizado de espanto esperando el fatídico momento en que el mensajero, supliendo el poder divino, le comunique que al Juez Supremo le urge verlo de inmediato ante su presencia, cuando tú lo que menos deseos tienes es de verlo a Él.
Estos terribles sustos de continuo y durante tanto tiempo ¿cómo pensaran pagarlos? ¿No matándolo o con dinero? Quizá quieran saldar con dólares las horas pasadas en la celda, pero ¿tiene esto algún precio?

Más lo que cuenta es que Joaquín José se ha salvado y está libre, ¡qué emoción escalofriante verse libre¡ Los salvadores, los padres, unos padres para quitarse el sombrero, que gastando cuanto tenían y recaudando entre los españoles, toda una riada de dinero, han luchado con doblado y redoblado entusiasmo hasta lograr una excepción increíble: arrancar a su hijo de la misma silla eléctrica, y de las garras de la justicia, que menuda bicha rara y cara es para los pobres, digamos que peligrosamente mortal.
Voy a decir me alegro infinitamente de no ser juez, ni jurado, ni norteamericano siquiera cuando se dan estas malévolas circunstancias.

Abrazos de tu padre, que no es ni será nunca partidario de la pena de muerte.

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