Valladolid-18-02-2004
Preciosa
y encantadora Laura, nieta, sino por parentesco ni carné de identidad, sí por
voluntad y por cariño, lo que valoro como un tesoro. Pues bien, por eso y
porque celebras hoy la fiesta de tu onomástica te deseo que sea un día
magnífico, fabuloso en el que un coro de ángeles bajen a cantarte al oído el
“Feliz, feliz en tu día” y, efectivamente, lo seas al más alto nivel y no te
falten motivos para reír con toda el alma, porque ya se sabe que la risa es al
ser humano lo que el sol a las flores, a más de un manantial de salud.
Querida
nieta por adopción, hija de un padre guapo, porque guapo es quien actúa
guapamente, y de una progenitora de lo mejorcito que se ha dado en madres,
persona a quien gusta mucho la vida y es feliz viviendo, será porque se sabe
reina de un hogar dichoso adornado con las risas y la belleza de tres hijas
preciosas. Toda una señora poetisa y novelista, con una cara alegre y sonrisa
fácil, gritoncita, guapetona, lista y, por añadidura, rica, ¿me lo vas a negar?
Pero, sinceramente, hace bien, porque como dice el refrán, “quien es pobre y
feo algo habrá hecho”.
Laura, chiquilla en plena
juventud, ese famoso tesoro, goza de la alegría de ser joven, se feliz y
procura hacer felices a los demás viviendo como las flores cuya misión es
adornar, perfumar y proporcionar alegría, porque hacer felices a los otros es
hacerte feliz a ti misma, a más de que mientras seas feliz y estés llena de
refrescante y rebosante alegría de vivir tendrás muchos amigos, circunstancia
de importancia vital, porque la vida es flor de cuatro días, te lo dice un
abuelete cargado de años, pero aún no listo para el desguace porque las miradas
repletas de cariño, las caricias y los besos de tantos nietos con la mejor
medicina para que siga corriendo por el mundo cargadas las baterías con euforia
juvenil. Lo digo con agradecimiento y orgullo, soy un abuelo privilegiado,
quiero decir que he sido un abuelo muy nietero, lo que me ha llevado a pasar al
lado de los hijos de mis hijos, y en no pocas ocasiones de los hijos de
entrañables amigos, a pasar días estupendos, inolvidables, mágicos. Los he
visto y ayudado a crecer, he estado a su lado en los momentos decisivos, en los
primeros balbuceos iniciándose en el hablar, en el primer diente, en los primeros pasos, he participado en sus
bulliciosos juegos, en sus risas, en sus paseos, en sus excursiones, por
ejemplo, por la montaña palentina, en la que en ocasiones tomasteis parte. De
los jóvenes corazones llenos de alegría brotaba vida, dando lugar a que todo en
torno suyo resultase más bonito y agradable, sin ellos esos años de mi vida
hubieran sido monótonos y grises. Mutuamente nos hemos dado mucho, pero,
verdaderamente, les debo más que me deben.
Laura,
preciosa nieta, una más, este día de tu santo, y todos los demás de tu
existencia, vívelos de modo y manera que dejes tras de ti algo que justifique
tu paso por el mundo.
Querida
laura, nieta guapa con G mayúscula, arrolladoramente simpática y con sonrisa
llena de alegría, por ser el día de tu santo, con emoción que hace vibrar los
corazones, como abraza y besa el viento a las flores, te besa y abraza el
abuelo
FÉLIX
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se tan educado en tus comentarios como quieres que lo sean contigo