Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

jueves, 21 de abril de 2011

MIENTRAS HAYA FULMINANTE...

No sabes cómo te entiendo y hasta qué punto envidio tu forma de anteponer el buen ánimo sobre el desánimo que nos inunda con más o menos razón en tantas ocasiones a lo largo de nuestra vida.
El sentir de esta carta fechada hace casi una década, estoy segura que ha podido ser actualizable muchas veces y otras tantas has levantado tu ánimo con la misma vitalidad.
Mi “fulminante” -mojado en este momento- trato de secarlo a golpe de papel y lápiz porque no quiero que prevalezca el desánimo sobre mi ánimo.
Me aferro a tantas cosas buenas como me rodean y pido al destino que pase esta página negra porque no es justo.
No es justa la vida… no es justa la muerte… no es justa la forma de morir.

MIENTRAS HAYA FULMINANTE...

Valladolid,  13  Octubre de 2001

                 Queridos hijos: Los viejitos, será por eso de que estamos próximos a emigrar, saltando de éste al otro mundo, a veces tenemos momentos difíciles con bajones de moral que nos hacen sentirnos incómodos  y deprimidos, con una extraña sensación de hallarnos sin energía, vacío de ti mismo, pero se ha de luchar para que el talante mental nos mantenga a tono, y el mejor método para eliminar malos pensamientos es valorar más la vida y llenar la cabeza de ideas que influyan en nosotros positivamente.

                 No sé si me explico, pero yo me entiendo y me digo que nada de sentirme insatisfecho ni lleno de temor y decepción, porque, ¿quién dijo miedo? ¡Mientras haya fulminante, fuego y adelante! Y dejando volar libre la imaginación me pongo a soñar despierto en un mundo fabuloso donde no haya penas, ni necesidades, ni dolor, ni injusticias; un mundo lleno de color, de risas, de luz y solidaridad, de paz y alegría. Después sueño que todo lo que sueño es realidad, que no tiene sentido que un mundo tan estupendo lo convirtamos en algo feo y difícil. Sigo soñando que todos soñamos y deseamos una vida mejor, que no seamos lobos para nosotros mismos, que seamos la vida, que seamos la esperanza.

Besos y abrazos

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