PERRO BONSÁI
Melilla 19 de
Abril de 2001
M’ija,
en futuro próximo cintura-avispa: Desde que pisé Melilla, hoy es el primer día
que ha amanecido fresquito y nebuloso, que coincidiendo que María tiene
natación, Rocío se mostraba algo recelosa temiendo el frío, en razón de la
tupida cabellera, pero temor injustificado, apenas son las once y el sol ha empezado a desperezarse y a latir
su templado aliento abrileño. Lo que quiero decir es que el viejo sol ha podido
con todo y luce espléndido. Muy complacido con la aclaración de que mi
cotidiano correo complace y no produce muecas de fastidio. ¡uf, que padre tan plumífero! Me anima a seguir. Correcto
que se me reconozca mi bien merecido título de gran jefe, pero por lo de
“sentado” no paso, en absoluto mi vida es muchas cosas: culo aplastado, a las
pruebas me remito: me tiro de la cama tempranito, procurando sea alegremente y
con la mente despejada, para ver cotidianamente ponerse en pie al Astro Rey, y
dai p’adelante comienza el movimiento continuo, hasta las tres que llegan las damas de la casa y
encuentran la comida lista y la mesa
puesta. Ante panorama tal queda patente que de sentado nada de nada.
Entre
mis actividades figura la de pasear al perro bonsái por la playa,
cerquita del agua, me encanta escuchar el murmulleo burbujeaste del romper de
las olas. Bruno se lo merece, es un
perro más bueno que el can de san Homobono, simpático y amistoso, de los que no
ocasionan sustos ni disgustos. El difunto whisky, que en paz descanse, era un chucho un poco sinvergüenza que te traía
en vilo todo el rato. Se escapaba a la
mínima y armaba gresca con todos
los perros mayores que él que encontraba por el camino, saliendo siempre, por
supuesto, perdedor. En fin, que no ganaba uno con él para disgustos, tanto que
estoy plenamente convencido de que la docena de kilos que entonces perdí, fue
el principal causante, por las carreras locas que me propinaba y las
granujerías que tenía que aguantarle. Claro que así como digo una cosa, digo
otra, era singularmente simpático y zalamero.
Mañana
más, por hoy envío besos y digo adiós,
Tu apá
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