MARZO 2002
Queridos hijos: Con
ánimo optimista trepo por la cuesta del psiquiátrico contemplando un
espectáculo que alegra los ojos: “el despertar de la primavera”; es decir, ver
florecer el campo perfumando el aire fresco, oyendo el canto enamorado de los
pájaros buscando novia. Pero aun busco más, tratar de desintoxicarme por dentro
y por fuera aprovechando los días ya largos, la temperatura cálida y la mayor
cantidad de rayos solares en cara y manos que te hacen sentir renovado, con
mayor vitalidad y mejor humor.
O sea, lo dicho, el
aumento de la luz y el calor de los rayos solares favorecen la actividad de la
madre naturaleza y por supuesto a nosotros como parte de ella también.
Es decir, resulta
ocasión ideal para realizar una limpieza de cuerpo y espíritu. Por ejemplo:
Tratar en lo posible de desprendernos de lo inútil.
Los pensamientos
negativos, las obsesiones y las preocupaciones desrazonadas trastocan la
realidad, impidiendo disfrutar de las pequeñas-grandes cosas que nos rodean.
Se dice, con razón,
que las ideas entristecedoras son pensamientos “virus” que arruinan la salud;
contrariamente, el ánimo jovial es como encender un rayo de luz dentro de
nosotros.
La ocasión también
se presta para pensar en iniciar una dieta depurativa consumiendo alimentos que
nos ayuden a ser más alegres, ligeros y vitales.
Hijos, pues eso,
que tengáis siempre presente que la risa fácil y el corazón generoso alegran y
alegran la vida.
Besos y abrazos
Félix
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